Salimos ahora a la noche a dar una vuelta por el pueblo en auto, la tradicional vuelta del perro.
Curiosamente, llevamos a nuestra perra Pupi, que iba atrás con mi vieja.
La miraba observar asombrada las calles de una ciudad que conoce desde abajo y se me ocurría pensar que podía estar sintiendo en ese momento, su sorpresa, su emoción.
Es una perra muy inteligente, casi humana. En la próxima reencarnación seguramente será una persona.
Si fuera así...
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Si las gotas cayeran hacia arriba
hasta anegar el cielo
Si este otoño inesperado
no estuviera tan fuera de lugar
Si esta lluvia invertida
no lavara...
Hace 1 año.
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