domingo, junio 28, 2015

CRÓNICA DE UN VIERNES INTENSO

Llegué a Retiro el viernes a las 7AM. Dormí hasta tarde en San Cristóbal y como a las 4PM me fui caminando hasta Congreso, al Gaumont a ver "La Patota". Esperaba una pelìcula convencional y otra actuación consagratoria de Dolores Fonzi. Me encontré con una película perfecta y desafiante, entre lo dramático y a la vez con un filo irónico y polémico. Una estructura moderna, impecable. Y claro, otra actuación consagratoria de Dolores Fonzi, que defiende su personaje con alma y vida, un personaje con el que uno al principio está de acuerdo y al que, con el correr de la película, tiene ganas de cagarlo a cachetadas.
La película termina justo en el momento que tiene que terminar, dejándonos un regusto amargo y quedando abierta para que uno la complete con su reflexión. Me sorprendió el talento de Santiago Mitre, no esperaba tanto de el.
A la noche me fui a pasear por Palermo Soho, visitando lugares que ya me son familiares. A la medianoche entré en Niceto. Había mucha gente y un show que no tengo la menor idea de quien era. Mientras tomaba algo, pasaron tres chicas como un suspiro por al lado mío y se metieron en el VIP. Me pareció que una era Dolores Fonzi y me quedé con ganas de hablarle. No la volví a ver.
A la una y media tocó mi gran amigo y genio Rudie Martinez con su agrupación RR Orquesta. Impecable show de tecno pop nacional y popular, como sólo el lo sabe hacer. Ahora asumiendo su nuevo rol de front man, cantando y arengando al público. Inolvidable.
Luego de terminado el show subí con Rudie y amigos al VIP a festejar, la trastienda soñada del rock, el detrás de escena de Niceto, tantos años yendo y fue la primera vez que lo vi por dentro. Alucinante.
Para cerrar la noche a puro rock tocaron Julieta y los Espíritus, poderoso trío de rockers varones que acompañan a la talentosa Julieta Brotsky. Impecable.
Y así, confraternizando con viejos conocidos y con nuevos amigos y amigas, terminamos la madrugada del viernes y comenzamos el sábado. Pero eso, es otra historia.

domingo, junio 21, 2015

PERIODISTAS Y ESCRITORAS





El hecho de ser socio de la hermosa y centenaria Biblioteca Sarmiento de Coronel Suárez me trae sorpresas varias, todas de la mano de la Bibliotecaria amiga, Graciela Jacobo. Ella me acercó primero los libros de Florencia Etcheves y luego el de Cristina Pérez, libros que de otra manera, difícilmente hubiera leído.
La periodista del Grupo Clarín, especializada en policiales, aprovechó esa veta para escribir dos novelas del género: La virgen en tus ojos y La hija del campeón en donde ficcionaliza a partir de algunos casos y hechos policiales notorios de la Argentina. Lo hace con oficio y destreza, enhebrando una trama compleja que luego no sabe resolver del todo bien. Igual es una artesana considerable del género y una periodista seria al estilo de la corpo, que cree que poner cara de culo es ser creíble.
Cristina Pérez, en cambio, aparece como una rara avis siempre sonriente, con el hobby extravagante de ser actriz shakesperiana y ahora con un debut en un libro de cuentos.
Me da la impresión que Etcheves cuenta con más consideración, más prestigio.
Por eso le pongo mis fichas a Pérez. Además las he seguido en Twitter a ambas y a la hora de la verdad Pérez ofrece siempre algo original mientras Etcheves simplemente repite lugares comunes.
Los Cuentos Inesperados de Pérez comienzan con un prólogo que es casi un ensayo, donde explica notablemente temas shakesperianos y luego se proclama como una especie de continuadora argentina del humor del bardo inglés. No lo hace nada mal, hay ciertas exageraciones, cierto tono naif, pero la apuesta es fuerte.
Pérez no quiere ser una artesana, quiere ser una artista, una autora. Y lo va a lograr sin dudas, en su primer libro están las semillas de lo que será una escritora argentina notable, con todo un mundo propio, una cosmovisión ambiciosa y personal.
Y con esto no me implico en ninguna grieta política ni nada por el estilo, estoy hablando de literatura simplemente y del placer que me causa llevar la contra y ver más allá de las apariencias.

martes, junio 16, 2015

PAPÁ PSICÓTICO



Hoy, 16 de junio, se festeja en todo el mundo el Bloomsday, en honor a la epopeya urbana del 16 de junio de 1904, día durante el cual transcurre el "Ulises" de James Joyce, la novela más compleja y poderosa del Siglo XX.
Mucho se ha dicho sobre Joyce y se seguirá diciendo: que estaba loco, que era un psicótico no desencadenado, que la escritura lo salvó.
Lo cierto es que la energía que transmiten sus escritos es sobrenatural, inhumana. El "Ulises" parece la novela de un Dios que se ríe de nosotros. Y a la vez, que capta toda la grandeza de la existencia humana, lo más glorioso y lo más sucio también.
La leí una vez de un tirón, en un viaje astral que me dejó de cama, luego varias veces intenté volver a entrar en ese universo pero no lo soporté. Ni que hablar del "Finnegans Wake" una novela para ser descifrada en otro planeta, otra dimensión.
Ahí está este irlandés hijo de puta, cornudo y genial, en las cumbres del pensamiento humano, en el límite justo entre la locura y la genialidad.
Recomiendo empezar de a poco con el, con "Dublineses", hermosos y epifánicos cuentos sobre Dublín y su gente.
Los que estamos un poco locos y manejamos una magia modesta, saludamos y recordamos al papá psicótico, en este su día.
Esperemos estar a la altura de las circunstancias.

sábado, junio 13, 2015

ÁNGEL DE LA SOLEDAD Y DE LA DESOLACIÓN

“El escritor debe hablar de lo que conoce auténticamente, contando con entera sinceridad, sin disimulo ni escamoteos. Esa actitud es una carta de triunfo; y aquello que conoce es su propia vida...”



Yo sabía que iba a terminar llegando a Juan Carlos Onetti, lo sabía desde que leí  "El astillero" y "La vida breve".Pero no sabía que eran tan buenas sus nouvelles.

El señor transitó con igual pericia el cuento, el cuento largo, la novela breve y la novela no tan breve.
Maestro de la forma narrativa.Y a la vez poeta de la soledad y de la desolación.
Como si siempre contara la misma historia pero cambiando el foco. Narrando siempre la misma tragedia desde distintos puntos de vista.
Es oscuro y terrible, como Kafka se me ocurre.
Y está a la misma altura de Conrad y Joyce, pienso.
Ni que hablar de Faulkner, a quien no soporto.
Onetti es uno de los más grandes escritores del siglo XX y de todos los siglos.
Y nació acá nomás, en Uruguay.
Y vivió en Buenos Aires. Y una vez le espetó a Borges: Que le ven al coso ese, Henry James.
Y escribió luego su texto más jamesiano, la hermosa "Los adioses".
Y cuando hablan de sus precursores hablan de Roberto Arlt y Macedonio Fernández.
Feliz Día del Escritor para mi, ahora que encontré mi norte literario.

martes, junio 09, 2015

ARLT, ONETTI, PIGLIA

Alucinante la versión de "Los Siete Locos y Los Lanzallamas" de Roberto Arlt por la TV Pública, el acontecimiento cultural y artístico del año, sin dudas.
La adaptación corre por cuenta del inmenso Ricardo Piglia, que de paso, en su nuevo libro de ensayos, hace hermosas reflexiones sobre la nouvelle y especialmente sobre "la" nouvelle rioplatense: "Los adioses" de Juan Carlos Onetti.
Ver y leer todo esto, de improviso me ha recordado quien soy y para que vine acá: para escribir mi soñada nouvelle llamada "El Pampa" que se entronca perfectamente en este, mi oscuro linaje de pertenencia, entre la ciudad pesadillesca y el ominoso pueblo.
Arlt, Onetti, Piglia, esta es mi escuela de pertenencia, lo que yo soy. Están allí desde siempre, como mis parientes, mis precursores, mis hermanos de sangre. Y especialmente Piglia, a quien pude conocer personalmente, en su doble rol de gran escritor y de ensayista gurú, que siempre me mostró el camino.
Mi devoción y agradecimiento a todos ellos.
Y donde huelgan las palabras, solo queda escribir...

sábado, junio 06, 2015

POLA, EL MILAGRO ARGENTINO



Hace 7 u 8 años, vagando por los vericuetos de la vanguardia porteña, caí en una galería de arte de Monserrat. Esta galería tenía un extraño sótano donde se realizó un recital de extrañas arias. Un maestro al piano acompañaba a la soprano. Ella.
La primera vez que la vi, sentí ese golpe de frío mármol en el corazón. Esa boludez de: yo te conozco de antes, desde antes del ayer...
De ahí hasta hoy no alcanzo a entender si quiero poseer a Pola Oloixarac o si quiero ser ella.
Rostro precioso, a veces cándido, a veces salvaje, formas de vedette, cerebro extraordinario y alma aventurera.
No, creo que no es exactamente una mujer, es la perfección de la raza humana, una máquina trans que llegó para arrasar con mentes y corazones.
No me importa si se llama Pola o Paola, si su apellido está al derecho o al revés.
Su personaje, su máxima creación estética es ella misma y se ha ganado el derecho mundial a ser Pola Oloixarac.
Recuerdo mis primeros acercamientos psicóticos a ella: quería piropearla y la insultaba. Ella tranqui, siempre amable, siempre luminosa.
El año pasado pisé por primera vez el Teatro Colón para ver su primer ópera: sabía que valdría la pena. No tengo idea de que es una ópera, pero me encantó ese amor por los aventureros e inventores que se pierden en los confines de la selva y son castigados por las fuerzas naturales, por querer mojarle la oreja a la creación, Dios o lo que fuera. Hay en "Hércules en el Matto Grosso" hermosa literatura y hermosa música.
Y ahora vengo de leer afiebradamente su segunda novela: "Las constelaciones oscuras" donde mezcla géneros,épocas y personajes masculinos inolvidables. Otra vez exploradores, otra vez hackers. Fantasías de ciencia ficción porno con delirios apocalípticos con datos de ciencia dura que me queman la cabeza, que me penetran como un rayo. Su ferocidad para pintarnos a nosotros, los pobres hombres, no deja de tener un humor zumbón, compasivo.
Y como siempre, nos ametralla con sintagmas, con poesía extraída de los números cósmicos.
No entiendo todo lo que hace esta mujer, no me gusta todo del mismo modo, pero como negar lo obvio: que parece salida de otra galaxia, que es una niña índigo, que es un milagro y un orgullo que sea argentina.
Mientras va y viene viajando por el mundo, como uno de sus personajes, como exploradora y experimentadora total de la raza humana y de otras razas, a veces le escribo y sigo sin saber muy bien que decirle.

lunes, junio 01, 2015

LOS ILUMINADOS DE ACÁ




Cuando me siento contrariado, triste o confundido, siempre vuelvo a leer las anotaciones, frases y pensamientos de Macedonio Fernández. El es el gran intelectual y místico nacional, que usó la escritura para abrir un hueco en la matrix y para dejarnos espiar la eternidad.
De el aprendió Borges todo ese chamuyo metafísico, que luego tan bien aplicó en sus geniales cuentos y ensayos.
El viejo Fernández no se preocupó por crear un movimiento o una iglesia, simplemente fue viviendo cada vez más austeramente y sus admiradores recogían lo que escribía y dejaba tirado en cualquier lado.
Iluminados siempre hubo y siempre habrá. Eso el Budismo te lo admite, te enseñan lo que ellos saben pero conceden que antes del Buda histórico existieron otros Budas y que hoy también existen. Y te piden que si conocés otro método para realizarte se los cuentes. Por eso amo tanto el Budismo, por su sabiduría y su sinceridad.
Pero también me da un poco de risa los que se van a la India de viaje en plan místico para sacarle una foto al árbol bajo el cual el príncipe Sidharta alcanzó la iluminación. Al pedo nomás, una postal.
Por ahí te recorrés todo el mundo en busca del iluminado de este tiempo y resulta que vive a la vuelta de tu casa.
Ya he hablado de lo que pienso del chileno Jorodowsky, pero también todos los días circulan historias sobre gente que es de Mendoza o Córdoba, que algo les pasó y dejaron de comer y de beber, viven del aire. Y están en las redes sociales compartiendo su experiencia.
Las paradojas de la tecnología que te alejan de tu ser pero te acercan increíblemente la experiencia de otros seres extraños que tuitean sus experiencias, suben videos a You Tube o publican fotos en el Facebook.
Si vivimos en un Universo infinito, entonces creo que puede haber infinitos caminos de acceder a la Verdad, a Dios, a la trascendencia.
No es que todo vale y con el tiempo se aprende a discernir quienes sanatean en temas espirituales y quienes hablan en serio.
Macedonio Fernández fue uno de ellos y seguramente debe haber más de uno por acá cerca que hoy tiene algo para enseñarnos.