miércoles, septiembre 30, 2015

EN CONTRA DE LA FUTBOLIZACIÓN DE LA VIDA

Nacemos al mundo, no sabemos casi nada, solo que vamos a morir en algún momento. Nos pasamos la vida buscando certezas y no las encontramos.
Pero el mundo capitalista te vende algunas ilusiones como para compensar. No se como será en el Primer Mundo, pero acá claramente la ilusión principal es el fútbol.
El fútbol para todos y todas.
No es que no me guste ver y jugar fútbol, hablo de otra cosa.
Hablo del espectáculo billonario del fútbol que te imponen día a día por los medios de comunicación y las redes sociales. De la pasión malsana explotada hábilmente, del marketing perverso de la competencia.
Porque a mi me divierte el fútbol pero la verdad me importa un carajo quien sale campeón, si River o Boca, si con Argentina no ganamos ningún título importante.
¿Que carajo tiene eso que ver con nuestra vida, con la esencia de seres mortales que buscan un poco de paz y de trascendencia?
Además, que uno gane y otro pierda, solamente alienta el juego especulativo del capitalismo salvaje.Por el deporte te inoculan la estúpida idea de que hay que ganarle al otro para ser campeón, para ser el mejor.
Boludeces, forradas.
Volvamos a la meditación, a los libros, a la filosofía, a la religión, al arte.
Y acá es mucho peor que en Europa, allá por lo menos no se asesinan en el cancha.
Ni que hablar de como la futbolización mató al rock nacional (remember Cromagnon?) con sus banderas, sus bengalas y la mierda esa de que el espectáculo no está en el escenario o en el campo de juego, sino en las tribunas.
¿De que pasión me hablan? Eso es salvajismo, tercermundismo.
Por lo menos, así lo veo yo.

domingo, septiembre 27, 2015

EL PAPA PERONISTA



Para alguien como yo que se dice liberal, libertario, libertino; la Iglesia Católica es un problema.
Y el Peronismo también.
Básicamente porque son movimientos responsables de muchos crímenes, de muchas contradicciones, no solo de corrupción y pedofilia.
Pero, como la mayoría de este país, fui criado en el Catolicismo. Tomé la comunión, la confirmación, luego fui a la Universidad Católica. Fui instruido en ese fe, leí y estudié la Biblia.
Luego me fui al Budismo.
Pero pese a las grandes contradicciones y a ser una mitología ciertamente pobre (como el Peronismo), también debo mencionar las paradojas de encontrar mucho cura de pueblo piola, zurdo, poeta, erudito. Y también mucha gente que labura anónimamente por un mundo mejor.
Como en el Peronismo.
Tuve un par de años de fervoroso Kirchnerismo militante y luego di un paso al costado.
Pero no los odio: no soy anticlerical ni antiperonista.
Recuerdo hace 5 o 6 años cuando yo era K y Bergoglio era el Arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires, un opositor poderoso y ninguneado. Y me lo crucé en el Subte, viajando como cualquier ciudadano de a pie.
Siempre tuvo esos gestos simpáticos Francisco, no es que ahora se manda la parte.
Luego cuando se convirtió en Papa, vino la sorpresiva reconciliación con Cristina.
Es que siempre fueron muy parecidos, aunque se odiaran.
De hecho, la violencia de los años setenta en la Argentina se dio entre dos facciones católicas enfrentadas: la ultraizquierda encarnada por la guerrilla y la ultraderecha por los militares.
Todos decían defender la verdad católica y no les importó matar gente para hacer triunfar su verdad.
Así que ahora el Papa Francisco es un Jefe de Estado, un político y se le nota también que es Peronista. Va a Cuba y luego a EE.UU. Y con todos trata de llevarse bien.
No es que me parezca intelectualmente brillante, es más bien simple, pero no me gustaría estar en sus zapatos, siempre en el candelero, mediando en la política mundial.
Me parece sano perdonar y olvidar, soltar.
Entonces, ya no tengo conflicto con el Catolicismo, lo acepto como una visión de la verdad. Como el Budismo o como cualquier otra. Nadie tiene toda la razón ni es completamente bueno o malo.
Me reconcilio también con el Peronismo que gobierna el país.
Catolicismo y Peronismo no me parecen la Panacea Universal ni tampoco el Mal Absoluto.
Tienen mucha vocación de poder y habilidad para rosquear y hacen las cosas lo mejor que pueden.
Eso: ni muy muy, ni tan tan.

viernes, septiembre 25, 2015

HUANGUELÉN, EL PUEBLO MALDITO



Huanguelén significa "Lucero del Alba" en mapuche. Hay una larga y confusa leyenda que lo justifica. Igual es un nombre hermoso, un nombre aborigen que marca una personalidad. Y un destino.
En el partido del Coronel Isidoro Suárez, héroe de Junin, bisabuelo de Jorge Luis Borges, un nombre así suena a provocación.
Por eso todos hablan de los polistas de Suárez y de los Alemanes del Volga de las tres Colonias.
Pero nadie habla de Huanguelén.
Guardo los mejores recuerdos de ese pueblo rodeado de afectos familiares, donde íbamos de chicos en familia a pasear y comer asados. Y hay un par de recuerdos que se imponen.
Uno es el de la heladería que quedaba (o queda) en el cruce de dos diagonales, donde conocí la crema del cielo, que con el tiempo sabría que era simplemente crema americana con colorante celeste.
El otro es de un restaurant que quedaba (o queda) frente a una plaza. Una plaza en donde hay un cartel que dice: partido de Coronel Suárez, otro que dice partido de Guaminí y otro que dice partido de Daireaux.
¿Es tan exacto el recuerdo? ¿Era así o lo imaginé?
Hace muchos años que no vuelvo a Huanguelén.
El problema madre de todos los problemas es que el pueblo de Huanguelén queda en su mayoría en el partido de Coronel Suárez, pero también sirve justo de límite e incluye a los Partidos de Guaminí y Daireaux.
Y eso es un problema. Grave.
Porque nadie se hace ni se ha hecho cargo de darle la atención que se merece a este pueblo, todos los Partidos se lavan las manos. Especialmente Coronel Suárez.
Entonces sufren la desidia de la política, la falta de inversión y de obras.
Por eso nace como un grito de libertad la idea de la Autonomía. Una utopía.
Una bella y necesaria utopía pero casi imposible. Porque cada partido circundante tendría que ceder las tierras del pueblo, pero también miles de hectáreas circundantes.
Ahí nace lo de maldito. Pero hay más.
El recuerdo del florecimiento de la LOH (La Oleaginosa de Huanguelén) una aceitera pujante que tuvo su momento cumbre en los ochenta y cuando decidió ampliar horizontes y compró máquinas para hacer jugo de frutas, se endeudó en dólares y ahí justo apareció la tablita de Martinez de Hoz y les quebró el espinazo. Allí entraron en una larga y penosa decadencia que duró décadas y que terminó hace poco con la expropiación de los abandonados terrenos y edificios de la fábrica.
El carácter combativo, agudo, intelectual y militante de sus habitantes, que llevó a muchos a ser chupados durante la larga noche del proceso militar argentino. Mientras que en Coronel Suárez no hubo ningún desaparecido. El pueblo rebelde contra la ciudad careta, que se plasma claramente en la música: mientras Suárez es conocido por el pop alegre e inofensivo de Sergio Denis, Huanguelén dio la rebelde poesía de José Larralde.
Y la periodista más lúcida de Suárez es de Huanguelén. Y la gremialista más combativa también. Y el mejor Director de Cultura que tuvo Suárez también era de Huanguelén. Y el freak más demente y brillante que conocí en mi vida también.
Y alguna vez hablamos con Gustavo Cerati de su madre, Lilian, nacida y criada en Huanguelén.
Así es como se construye una leyenda de culto, un aura de pueblo maldito.
El pueblo con la gente más brillante, abandonado a la buena de Dios.
Raro que se le escapó al relato K la reinvindicación de Huanguelén, la revisión histórica de su eterno pedido de Autonomía.
O no tan raro: los K son aliados del Moccerismo, que gobierna Suárez desde siempre. Y ya sabemos que los K son revisionistas solamente contra los enemigos.
Y allí sigue Huanguelén, resistiendo, con sus calles de tierra, con su espíritu inflado ante las adversidades, el Lucero del Alba donde fuimos tan felices de niños.
Ya volveré a Huanguelén, pero mi corazón nunca se fue de ahí.

miércoles, septiembre 23, 2015

MUCHACHA PUNK



Rosario Bléfari es una mujer independiente.
De la música, del cine, de la poesía, del arte todo independiente.
Allí están los 4 míticos discos de Suárez, que atesoro en mi discoteca.
También algunos de su etapa solista.
Y cantidades de películas, obras de teatro, libros de poesía, etc.
Anoche la fui a ver en su nuevo proyecto, la banda Sué Mon Mont, un trío de pendex: bajo, batería y guitarra, que acompañan a Rosario, en una rabiosa vuelta a las bases punk.
Como siempre, me provoca fascinación pero también muchas preguntas:
¿Porqué siendo solista, vuelve a hacer una banda?
¿Porqué después de haber encontrado sonidos melodiosos y personales, tira todo por la borda y vuelve a una especie de ruido primitivo?
¿Porqué volver al punk habiendo sido antes postpunk?
Raro, todo muy raro, tal vez a ella no le interesa ser radiable ni transar jamás con el sistema y después de los cuarenta veo que nos vamos poniendo todos más fundamentalistas.
Y eso es ser punk, si es que el punk existe todavía.
Una muchacha punk, una mujer independiente, una señora con una carrera impecable, con una ética intachable.
Eso y algunas cosas más pienso de Rosario Bléfari.

sábado, septiembre 19, 2015

¿POR QUE NADIE HABLA DE ARIEL ROTTER?



Ahora que el Nuevo Cine Argentino ya es casi antiguo, y que triunfa comercial y artísticamente en el mundo entero, me parece interesante reflexionar sobre un director brillante y poco mencionado.
Ariel Rotter no tendrá la erudición pop de Damián Szifrón ni el manejo experto del cine masivo como Pablo Trapero pero artísticamente está, como mínimo, a la altura de ellos.
Toda esta generación extraordinaria, que nació como yo en los setenta, ha dado talentos sobresalientes como nunca antes en la historia del cine argentino. Sus películas tienen temas en común, pero cada cual tiene su estilo particular.
Me parece que la obra de Rotter se conecta más con las películas de Rodrigo Moreno y Gabriel Medina (otros dos grandes directores que tampoco tienen el suficiente reconocimiento). Cierto minimalismo urbano, que de repente necesita viajar a la provincia, al interior profundo.
Pero lo raro es que las películas de Rotter son más luminosas y creativas que las del resto, por eso extraña que no haya tenido aun éxito a nivel masivo. Si se cansó de ganar premios en festivales, pero por alguna extraña razón, no le llega el suficiente y merecido reconocimiento de crítica y público en nuestro país.
Tal vez conspira contra el que no es suficientemente prolífico, puede ser, solo dos películas estrenadas hasta ahora: Solo por hoy (2001) y El Otro (2007). Y una recién terminada, que llevó al Festival de Toronto y que estrenaría aquí en 2016: La luz incidente.
Recuerdo la epifánica sorpresa que resultó su debut, Solo por hoy, en aquellos años de locura y oscuridad. Una colección de historias de jóvenes de nuestra edad que luchan contra una realidad hostil, que aman y sueñan pese a todo, que son felices en medio del caos.
Una joyita con luz tenue y música electrónica de Gustavo Cerati. Inolvidable.
Y recién anoche vi "El Otro", porque claro, no es fácil dar con sus películas en los pocos videoclubes que quedan.
No se como hace este tipo, Rotter, para dar siempre con lo más profundo de mis emociones, para recorrer los lugares que me son familiares, hablo de lugares físicos y también emocionales.
Un cuarentón interpretado por Julio Chavez ( la mejor actuación en cine de su carrera, mejor que El Custodio, mejor incluso que La película del Rey) se entera que va a tener un hijo. Justo tiene que viajar de Capital al interior. Y una serie de hechos fortuitos hacen que el tipo se flipe y decida cambiar de identidad. Una pequeña aventura que solo dura un par de días. Pero maravillosa, hecha de pequeños gestos, de diálogos incomprensibles, de olores y sabores bonaerenses.
La película es perfecta aún en sus imperfecciones, una obra maestra desde el primer minuto, desde la secuencia de presentación de títulos.
Y así está Rotter entonces, con 42 años, dos obras maestras del cine y una tercera en camino.
Que esperemos sea la que lo haga explotar definitivamente.
Sino igual, yo lo vi primero...

jueves, septiembre 10, 2015

FEDERICO, EL ULTIMO ARTISTA CONCEPTUAL


Recién vine caminando desde el Malba hasta el Alto Palermo.
Se inauguró en el Museo hace un rato, una muestra muy promocionada por la recreación del famoso huevo gigante de Federico Peralta Ramos.

La obra de Federico promueve confusiones, donde todo el mundo se pone un poco loco, como la curadora de esta muestra, y de repente, dice que ese huevo anticipa la aparición de Internet.
Una huevada.
Me parece que la verdadera obra maestra de Federico Peralta Ramos está en el Museo Néstor Kirchner y pasó bastante desapercibida. Casi secreta, expuesta como la descomunal obra de arte que es, la carta que Federico le escribió a los responsables de la Beca Guggenheim, aparece convenientemente incluida en el sector de Arte Correo. Una obra de arte fundamental, una carta, expuesta en un Museo que era un Correo.
Extraordinaria.
En esa carta, Federico explica brevemente que gastó los seis mil dólares de la Beca en, entre otras cosas, una cena para 25 amigos en el Alvear, tres trajes a medida que se compró y algunos cuadros que regaló a sus familiares. Y explica, sencilla, magistralmente, que como la vida es una obra de arte, entonces el no pintó "La ultima cena", el directamente la hizo y la bancó con parte de la Beca.
Una locura. Un escándalo.
¿O no tanto?
Para mi la lógica de Federico es contundente y del todo coherente. Ninguna locura. Si uno analiza la historia del arte contemporáneo, cuando surge lo conceptual, cuando Duchamp dice que un mingitorio es una obra de arte y la expone en un Museo, se generó el mismo escándalo. Y también había una clara intención irónica del artista, que luego fue ignorada y que a partir de allí fue imitada por todos y sobre todo por Warhol, cuando dice que una pintura de una lata de sopa es arte. A partir de ahí vale todo.
Y el que lleva al extremo esta lógica, es Federico, el dice: la vida es una obra de arte, por lo tanto me gasto la Beca en crear belleza y felicidad. Inapelable. Con eso lleva el arte al extremo total y también a su final. Nadie puede llegar más lejos que eso. Ahí termina el arte conceptual, el arte contemporáneo. Todo lo que vino después es una farsa, mejor o peor lograda, pero una farsa.
Como no amar ese personaje inolvidable de la alta sociedad, que yo veía cuando era pequeño hablando "pavadas" o haciendo una performance, en los programas de Tato Bores.
La oveja negra, el loco, el freak de una familia patricia argentina, que se les cagó de risa a los yanquis, con una turrada típicamente porteña, que también es una obra de arte conceptual, genial, irreprochable y final.
Para mí, eh...

miércoles, septiembre 09, 2015

UNICA EN SU ESPECIE



Anoche en el Konex y como apertura de la Bienal de Arte Joven, organizada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, tocó Juana Molina. Estaba anunciada a las 21 y arrancó 21.05. Y a la hora terminó. Impecable.
Siempre supe que Juana era genial, loca, imprevisible. Anoche lo demostró una vez más. Al frente de un trio de...que sería? electromalamboespacial..chacareratecnorock...jazzfusioncoral...
Imposible definir lo que hace esta señora y a todos en todo el mundo les pasa lo mismo, parece. Su música es una mixtura única en la naturaleza pero que a la vez no suena forzada.
La única asociación aproximada que se me ocurre es al disco Revés de Café Tacuba. Pero allí donde los mexicanos se bajaron de tanta experimentación y se volvieron previsibles, ella sigue y sigue volando sola.
Y arriba del escenario hace chistes, imitaciones y por ahí para un tema, afina la guitarra, lo vuelve a parar, reta a los músicos y finalmente lo toca bien como ella quería.
Unica. Rara y encendida.
Que mejor ejemplo para las nuevas generaciones de artistas que verla a ella, que deslumbra en Buenos Aires, Tokyo, Nueva York o Paris.
Que cuando empezó con la música no le creíamos nada y queríamos que volviera a la tele.
Perdón querida, nos tapaste la boca a todos.

domingo, septiembre 06, 2015

CREPUSCULAR




Anoche vi por Canal 7 el nuevo y conmovedor documental de Andrés Di Tella: "327 Cuadernos", basado en los diarios de Ricardo Piglia. Di Tella y Piglia ya habían hecho una dupla fantástica hace 20 años en un documental sobre el gran Macedonio Fernández. Aquí el azar (o la causalidad) los vuelve a juntar. Piglia decide dejar de dar clases en Princeton y volver a la Argentina para editar sus Diarios. Justo Di Tella está allá para documentar el momento clave. Así comienza la película. La voz y la imagen de Piglia contando momentos importantes de su vida se complementa con la de Di Tella, que será cada vez más importante cuando sucede lo imprevisto. El Budismo marca 4 sufrimientos principales: nacer, envejecer, enfermar y morir. Todo está en este film. Lo que era un documental común y corriente se transforma en extraordinario cuando a Piglia se le declara la enfermedad que todos ya sabemos. Allí la sombra de la vejez, aún de la muerte, aparece nítida. Se tiene que apurar para terminar de editar los diarios antes que la enfermedad lo inmovilice por completo. Es lo dramático de la existencia reflejado en Piglia con la sobria y respetuosa mirada de Di Tella. Muchas imágenes de archivo, de momentos históricos, como los bombardeos del 55 o la muerte del Che Guevara, mechados con grabaciones anónimas, casuales, familiares y hasta científicas. Es la vida anónima, la vida de un hombre que es todas las vidas. Sucesión de imágenes que rápidamente pasan al olvido. Como los momentos que describen estos Diarios. También hay momentos conmovedores captados por Di Tella no solo de la intimidad familiar y amistosa de Piglia, sino de cielos, lluvias, vientos. Todo se vuelve conmovedor, único, cuando la sombra de la muerte nos acecha. 
Ha sido un gran homenaje a Ricardo Piglia, excepcional narrador y ensayista, de los principales del mundo, heredero natural de Borges y también de Arlt, que nos regaló en sus últimos años las clases magistrales por Canal 7 sobre Borges y hace poco, esa portentosa adaptación de "Los siete locos" y "Los Lanzallamas". Así anoche la cultura oficial homenajeó a uno de sus más grandes representantes. Inmejorable.
Al final, Piglia quema unos diarios pero también decide firmarlos como su alter ego Emilio Renzi, en un gesto que lo hace entrar en la historia como un hombre común, como todos los hombres. 
Portentoso, genial y finalmente anónimo y misterioso, como cualquiera de nosotros.
Los que se lo perdieron anoche, pueden ver este gran documental de Di Tella, todos los fines de semana en el Malba.

jueves, septiembre 03, 2015

AHORA O NUNCA

Hola, soy tu hada verde de la buena suerte y vengo a decirte que es ahora o nunca.
Igual nadie dijo que iba a ser fácil, para sencillo nada como la vida de pueblo.
Si venis a la metrópolis, venís en busca de conga, de quilombo.
Sabelo.
Chau y buena suerte.