lunes, julio 30, 2018

LA RESPUESTA ES:






"La vida es un vaso de gaseosa aguada/ como una secuencia de bromas pesadas/ disfruta de este trago porque al terminar habrá que pagar/ y quizá pagarlo de más/ la pregunta es: quién está dispuesto a matar, quién está dispuesto a morir/ por lo que no vale nada/ cuál sería la gracia?"



El tema y video adelanto de lo nuevo de Babasónicos, más que hit, más que tema de difusión, es un manifiesto, un manifiesto existencial como no hubo nunca en la historia del rock nacional.
Que viene a sintetizar la filosofía de vida de una banda que siempre rompió todos los moldes, que  casi siempre se superó a si misma y que hoy, con semejante himno, resume y trasciende casi 30 años de genialidad.
Adrián y los suyos nunca fueron tan al hueso como con esta pregunta: que sentido tiene todo, si nada tiene sentido? No alcanza con un estribillo pop.
Exacto.
La pregunta es la correcta, la que se hicieron todos los grandes artistas de todos los tiempos, todos los grandes intelectuales.
¿Que sentido tiene luchar por algo que no tiene sentido, por algo que vas a perder?
Babasónicos llega a la cumbre del pensamiento, de la mente, con esta pregunta.
Pero calma, porque hay una respuesta.
La respuesta es: salir de la mente, Dárgelos.
Todavía estás dentro del terreno de la mente amigo, una mente brillante, sin dudas, un ego poderoso que te hace creer que es imposible ir más allá de eso.
La respuesta es: ir de la mente al corazón como primer paso.
Y del corazón al ser, como segundo y último paso.
Hay que meditar mucho y amar mucho.
Nadie dice que es fácil.
Pero en esa andamos varios y Babasónicos parece que hace rato también, chequear el tema "El maestro", del disco anterior.

viernes, julio 27, 2018

EL REGRESO DEL CAZADOR

Siempre hice radio en Coronel Suárez, pasé por todas las radios importantes de allá.
Nunca había hecho radio en Capital.
La oportunidad se dió y no la desaprovecho.
Las cosas llegan cuando tienen que llegar, en el mejor momento.
Refloto un semanario que hacía en 2011 en la LU36.
"El cazador oculto", obvia cita del libro de Salinger y oportunidad para explayarme sobre la ríquisima actividad cultural porteña con un toque zen y algunas entrevistas, porqué no decirlo.
Voy a estar los jueves de 23 a 24 hs en http://www.larz.com.ar/#!/home
La RZ radio por internet, de CABA al Planeta Tierra entero.
Arranco el próximo jueves.
Nos vemos ahí, porque el programa también es grabado en audio y video y subido a las redes.

lunes, julio 23, 2018

¿DE QUE HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE AMOR?




El amor del que suelen hablar Osho, Buda, Cristo, Mahoma y demás iluminados, no es el amor de pareja, es un estado de conciencia superior, el nirvana, la iluminación, en donde el ser comprende que todo está interrelacionado, que todo es uno, que todo es amor.
Ese amor, prescinde del sexo y de comer carne porque es la espiritualidad pura. Para llegar ahí es que meditamos.
Pero las cosas se confunden con el tema del amor de pareja, ya que se impuso en el mundo ese mito judeo-cristiano, hollywoodense,  de que uno tiene su media naranja, se tiene que casar con ella, tener hijos y compartir la vida hasta que la muerte los separe.
Esto es claramente una construcción cultural, no la verdad.
Es hermoso enamorarse, es hermoso garchar, pero no existe la estabilidad en este amor chiquito.
Por suerte, además de Hollywood, tenemos a los franchutes, que son los que la tienen clara en casi todo. Te tiran con su biblioteca, su videoteca, su discoteca, su hemeroteca y su sabiduría de vida.
Estrenada el año pasado en Argentina y el mundo, me había perdido esta joya de Claire Denis, que es una adaptación de nada menos que "Fragmentos de un discurso amoroso", el mítico ensayo de Roland Barthes. Lo que da pie para otra colosal actuación de la divina Juliette Binoche, sin duda la mejor actriz del mundo mundial.
Ella es una artista exitosa, cincuentona, divorciada y con una hija, que busca infructuosamente el amor verdadero y no lo encuentra. Prueba, prueba, vuelve a probar y a fracasar.
La hermosa y transparente máscara de Juliette me hizo pensar en tantas artistas que conozco de acá y allá. Y me hizo comprenderlas y quererlas más.
"Un bello sol interior" es una bella historia tan real, graciosa y triste como la vida que vivimos todos.
Esto si que es la más pura verdad.
Y el final cabeza a cabeza entre Juliette y Gerard Depardieu, mientras bajan los títulos, es de lo más hermoso y tierno que he visto en mi vida.
Francia rules, no solo en el fútbol.

viernes, julio 20, 2018

EXTRAORDINARIA FÁBULA CONTEMPORÁNEA






Recién volví a ver, a 6 años de su estreno, "La araña vampiro" segunda y última película hasta el momento de Gabriel Medina, quién en 2008 había sorprendido con su muy buen debut como guionista y director con "Los Paranoicos" y en 2012 ganó un par de premios en el BAFICI con esta obra maestra.
Que con los años ha mejorado como los buenos vinos, me parece, o tal vez yo en ese momento no estaba tan atento y maduro para apreciarla en toda su dimensión.
La película cuenta la historia de un pibe medio freak, gamer, medicado con Lamictal y Rivotril, que llega a una cabaña en la montaña con su padre, en plan íntimo. No hay casi comunicación entre padre e hijo. Está todo mal. Hay pocas palabras y muchos silencios que incomodan.
Parece que estamos ante otra típica película del nuevo cine argentino, pero no. Inesperadamente, al freak lo pica una araña horrenda y ahí comienza la aventura.
En el hospital le dicen que no es nada, pero el pibe se siente mal y comienza a buscar respuestas en los lugareños: la casera, una chica misteriosa; un hombre que le dice que lo picó la araña vampiro, una especie extraña que mata con su picadura y Ruiz, el tipo huraño y misterioso que lo puede conducir a la supuesta salvación.
Aquí el bicho de ciudad se ve obligado a salir a campo traviesa en compañía de Ruiz, para buscar que lo vuelva a picar otra araña vampiro y lo cure. Se establece una rara amistad viril entre el pibe y Ruiz, un alcohólico imprevisible, pero que tiene la sabiduría de la tierra profunda. El duelo actoral entre Martín Piroyansky y Jorge Sesán es fascinante.
Varias cosas para decir sobre esta historia de pocas palabras y muchas emociones: cruza de lo mejor del género de terror con el western, es también una especie de fábula zen hereje, rubricada ya desde el comienzo con la cita de Kerouac, sensei alcohólico y drogadicto si los hubo.
También, como en toda obra maestra, va en contra de su propio tiempo y costumbres, cuando el cine argentino contemporáneo sale al campo es para forrear a sus pobladores, para mostrarlos como lo salvaje, la barbarie. Acá los habitantes de la montaña son los que tienen la posta: los que le dicen la verdad al antihéroe y lo ayudan a salvarse. La medicina tradicional, la policía y el padre deben ser desobedecidos para que el antihéroe se salve y se transforme.
El antihéroe saldrá a lo desconocido, se curará y ya no será la misma persona.
Como al pasar, pero sin remarcar nada, se mencionará también a la minería explotadora que está dinamitando la montaña y destruyendo la naturaleza.
Pocas palabras, sin subrayados, hermosas imágenes y mucha acción, que hace avanzar el relato.
Pensaba también que "La araña vampiro" es como una anti "Zama".
Lo que me molestó de la película de Lucrecia Martel, por la que se mean los críticos de todo el mundo, es su mensaje profundamente nihilista, pesimista. El mundo de Zama es un mundo de mierda donde todo va de mal en peor. Es un despliegue prodigioso y sofisticado de aventuras que niegan la noción de aventura misma, una fabulosa recreación histórica para mostrar una visión pesimista del mundo y la sociedad, una superproducción internacional para decir que horrible es todo.
"La araña vampiro" en cambio, es una película chiquita, barata; en donde la gente del campo sale en ayuda del pibe de ciudad para despertarlo de su letargo y salvarle la vida.
Literal y metafóricamente hablando.

lunes, julio 16, 2018

LA LUGONES Y LA MEJOR PELÍCULA DE TODOS LOS TIEMPOS





No había vuelto a la querida, inolvidable, Sala Lugones, después de su reinauguración.
Estaba enojado con los años que estuvo cerrada en reparaciones que se hacían eternas, pero fue una aventura extraordinaria recuperar el sabor de ver las mejores películas de todos los tiempos, en esta singular sala situada en el piso 10 del edificio del Teatro San Martín.
Revivir el ritual de subir por el ascensor y bajar al final de la película por las escaleras, masticando y mascullando lo visto.
Dió la casualidad (la causalidad) que están dando una retrospectiva del director sueco Ingmar Bergman y que hoy dan uno de sus films más aclamados: Persona, así en castellano, en el original.
Había visto de muy joven alguna película del sueco, no había entendido nada y me había confirmado el prejuicio de cine, frío, elitista, cerebral, pretencioso y aburrido.
Tremenda sorpresa me llevé recién.
Película realizada en 1966, de solo 85 minutos, se ve hoy eternamente moderna, con sus alusiones al sexo, el aborto, el misterio del alma femenina, la devoción por las actrices y en cada plano, cada idea, cada diálogo, que misteriosamente me preveén y me justifican.
Antes de la película, se pasa un corto donde Liv Ullman entrevista brevemente a Bergman, quien le resta importancia a la película, dice que es bastante convencional y se declara harto de tanto que se ha escrito sobre la misma.
Eso si que es la humildad de los grandes y también un chiste.
Porque la película es compleja y complicada también.
Sigue siendo aún hoy vanguardista en el montaje, el encuadre, la luz, la fotografía.
Todo es extraordinario.
Anticipa y supera todo el cine independiente y el feminismo.
Pone una pija parada durante un octavo de segundo cuando la película comienza.
En última instancia, es todo un juego, pero no cualquier juego, el juego de una niño prodigio, de un genio a la vez cándido y perverso.
Persona significa máscara y eso es lo que se ve todo el tiempo: las máscaras de una mujer hermosa, actriz encima, que se desdobla y juega con nosotros durante toda la película.
También hay pequeños momentos experimentales y oníricos.
Estoy fascinado, pensé que ya había visto las mejores películas de todos los tiempos.
Pero esta es la mejor.

jueves, julio 12, 2018

REGRESO AL LUGAR DEL CRIMEN

Volver al pueblo cada tanto es como retornar al lugar del crimen, el lugar donde nace el trauma original.
Uno puede renegar de eso, intentar tapar todo.
Pero también uno puede optar por aprender, observar como se repiten las mismas situaciones, ser testigo de la oscuridad y transformarla en luz.
Siempre van a estar los trogloditas ignorantes, pero también la brujita más dulce y hermosa y los loquitos que viven su vida sin que les importe nada.
Y luego volver a la soledad de la gran ciudad, para procesar, para renacer.
Me voy del pueblo con muchas cosas claras.
Porque ya no busco, encuentro.
Acá y ahora.

sábado, julio 07, 2018

¿QUE PUEDE SALIR MAL?





En psicología hay algo que se llama profecía autocumplida, por ejemplo: yo pienso que la gente no me quiere, luego maltrato a toda la gente, luego la gente me maltrata a mí, entonces me quedo contento y digo: tenía razón.
Algo así le pasa al gobierno, entre otras cosas.
Ve conspiraciones por todos lados, pero no hace una buena, luego efectivamente aparecen las conspiraciones, porque todos tienen las bolas llenas y se juntan para zarandearte el barco.
Y si, el peronismo siempre está dispuesto a saltarte a la yugular, la Iglesia no te quiere y hay un Papa peronista.
Pero bueno, Macri podría aprovechar para ponerse al frente de la legalización del aborto, separar a la Iglesia del Estado y muchas cosas más.
Imponerse como un líder laico del Siglo XXI.
Pero es un tibio, quiere conformar a todos y no conforma a nadie.
Y encima tiene que soportar el abrazo de oso de impresentables como Michetti y Carrió.
Y mientras tanto, piensa que haciéndose amigo de Trump y Lagarde está inmunizado.
Si la gente de acá no te quiere, tarde o temprano Donald y Christine no te van a atender más el teléfono.
Los funcionarios del gobierno podrían haber aprovechado el 4 de Julio, en el festejo de la independencia yanqui, en la Embajada de Buenos Aires, para pedir que les regalen una edición bilingue de los cuentos de Edgar Allan Poe.
Sobre todo un cuento que tengo muy presente en estos días: La máscara de la muerte roja.
Leanlo, brutos, porque es lo que se viene.
La máscara de la muerte roja.
La tormenta perfecta.
Les vuelvo a avisar, de onda.

martes, julio 03, 2018

DEL MIEDO A VOLAR





Como siempre, como nunca, cada vez que voy a volar me agarra miedo a morir, miedo al amor, miedo al sexo, vértigo y todo tipo de fobias.
De repente, recuerdo que soy hipocondríaco.
Y no es chiste, no me hago el excéntrico, estoy al borde del panic attack.
Así que mi reina, mi superstar, quería ratificarte que soy tu fan número uno, que siempre te adoré, pero que no me excita para nada que me andes rondando.
Como dicen las memes: si vas a volar conmigo, bienvenida, sino despejame la pista.
Es que ya estoy harto de tantas frustraciones, deformidades.
No soy un perverso, no me gusta hacer daño ni que me hagan daño a mí.
Simplemente tengo mis limitaciones.
Y ya no me interesa ser famoso,y en todo caso me sobra talento propio para serlo, no necesito colgarme de las tetas de nadie.
Pero hoy busco paz, no locura.
Intimidad, no fama.
Así que no es que no me intereses, pero pensé que las cosas iban a ser sencillas, pensé que eras la chica común y encantadora que yo conocí, no que te ibas a hacer la estrella.
No me interesa competir, menos con pobre gente envidiosa.
También entiendo que si yo siendo nadie tengo estos rollos, como estarás vos.
Pero cada uno elige lo que desea para su vida.
Hoy elijo paz y silencio.
Si te interesa esta onda, llamame, sino igual todo bien, buen viaje.

domingo, julio 01, 2018

LA ARISTOCRACIA DE LA DESGRACIA

Anoche andaba palermitando y caí en el siempre entrañable Club Congo. Había mucha gente y mucho agite y decídí entrar.
Estaban cantando unos flacos buena onda, música divertida, irónica, retro, tan en boga desde hace ya varias décadas.
Para cerrar el cantante invita a Leo García, quien nos regala una hermosa versión de Rosa, Rosa del gran Sandro.
Se lo ve rejuvenecido a Leo, no solo por la cirugía estética, se lo ve sano, de buen humor y la misma voz preciosa de siempre.
Termina el show pautado y sorpresivamente, Leo nos regala un mini show sorpresa, acústica en mano, con sus clásicos, clásicos del rock nacional y otros del pop argentino y latino.
Esa mixtura increíble que hace entre Soda, Ratones Paranoicos, Intoxicados, Gilda y Cristian Castro, pienso que le jugó en contra comercialmente.
La gente no es tan tolerante a tanto eclecticismo, pero Leo siempre fue así, siempre amó el rock y el pop, argentino y latino. Le surge naturalmente, no es una pose ni una excentricidad.
Los de nuestra generación siempre fuimos open mind.
Cuando terminó el show me acerqué a felicitarlo y a preguntarle en que anda: me dijo que va a sacar un tema con un video nuevo, eso solo por ahora. Que ya no tiene tantas expectativas como antes, que simplemente se conforma con poder cantar y disfrutar de la música.
Y cuando hablaba por el, hablaba por mí y por muchos, como todo gran artista.
Me acuerdo hace como veinte años cuando presentó su primer disco solista en el Museo de Arte Moderno, nos cobraban 1 peso la entrada (que era 1 dolar) y se sentó en el suelo de una sala chica con su acústica y cantó sus canciones.
Luego tuvo sus 15 minutos de fama, tropezó, se cayó, se levantó, lo de siempre, lo que nos pasa a todos.
Pero ahí está: intacto, impecable, relajado.
Me enteré que hace poco cantaron en Rosario con Benito, el hijo de Gustavo Cerati, estaría bueno que el show se repitiera también acá.
Es que son los herederos naturales del rey del rock and pop.
Recordemos que Gustavo se cansó de elogiar a Leo y de invitarlo a tocar con el y en la despedida de Soda, tocó un tema de Avant Press, la banda de Leo.
Soda hizo un cover de Avant Press en el River lleno de su propia despedida, en 1997, que a su vez también le hicieron de telonero en ese show. Increíble.
Así que Leo es el heredero natural del rey, que ahora canta con el príncipe.
Son (somos) la aristocracia de la desgracia, como dice Calamaro.
Pero estos son tiempos raros, ya estamos grandes y aprendimos la lección: somos igual de felices en un show para 200 personas, que en uno para 50.000.