martes, octubre 03, 2006

ESTE BLOG SE TERMINA ACÁ

Muchas gracias por la atención dispensada. Ha sido un placer, en la mayoría de los casos.

lunes, octubre 02, 2006

QUE ASCO ME DA PÁGINA 12

Alguna vez cambió la forma de hacer periodismo en la Argentina.
Hoy es el órgano oficial de Kirchner. El tratamiento parcial de la información, pegándole directamente a los enemigos de K da verguenza ajena, incluso a los que simpatizamos con el gobierno.
Y todos los tipos esos como Verbitsky, que han sido montoneros, de pasados discutibles, hoy se creen una especie de referentes morales y juzgan y mandan al frente a todo el que estorba a Kirchner.
Otra que Gramma o el diario de Irigoyen.

YA ERA HORA

Escucho por ahí una versión de " Te quiero tanto " de Sergio Denis por Massacre y pienso ya era hora que alguien homenajeara a este ícono pop.
No porque sea suarense como yo, ya que eso no me despierta mayores simpatías, sino porque todo el tiempo que fue rey del pop romántico ( y fue mucho tiempo ) respetó bastante los oídos y la inteligencia del público masivo.
Después vino la invasión de la cumbia y el pop latino. Así que mientras lo tuvimos lo criticamos, pero pensando en lo que vino después, realmente se lo extraña.
¡Y aguante tambien ese delirio pop de tener un nombre de fantasia!

ESCRIBIR CORTO, TODA UNA CAUSA

Damián Tabarovsky suele escribir cosas interesantes los domingos en Perfil. Este domingo, hablando de Marcelo Cohen, menciona al pasar la obsesión de novelistas y editores por la gran novela. Tirar con todo el ego al lector y usualmente con obras que dejan mucho que desear.
Yo escribo corto: relatos, cuentos, novela breve. Nadie le presta atención a ese formato, por lo tanto publicar se hace complicadísimo. Un guionista conocido me decia que yo no escribo una novela larga por negación, por pereza, ya que los concursos sólo premian novelas largas.
No escribo largo porque no es lo mío, porque no me sale y me resulta más interesante el formato corto. Incluso comercialmente, me parece ridícula la idea de comprar libros gordos a precios demenciales en tiempos en que a nadie le sobran momentos para leer. Nada mejor entonces, que un libro chiquito para entretener un buen rato y no agobiar el lector.
Aparte es una postura filosófica si se quiere: no hay tanto para decir.
Esta es mi causa y pienso morir con ella.