viernes, agosto 25, 2017

LOS HERMANOS WALTER Y LA PEÑA DE LOS JUEVES

A Mariano Walter (pronúnciese balter) lo conozco desde hace como 30 años. Desde cuando existía el Círculo de Ajedrez Coronel Suárez. Si mal no recuerdo, le daba clases de ajedrez.
Después me fui y volví mil veces de Buenos Aires, lo dejé de ver por décadas, cada tanto lo cruzaba. A veces me saludaba simpático como siempre. Otras veces pasaba con cara de orto y ni me miraba.
Yo me decía: - que onda este chabón? Está loco? Cuantas personalidades tiene?
La intriga me duró como 25 años.
Hace poco nos volvimos a encontrar en un torneo de ajedrez en Darregueira.
Ahí me informó que se reunían a comer los jueves en su casa con amigos y me invitó a sumarme.
Fui, la primera vez estaba el solo y me dijo: -Ahora viene Maxi. Quién es Maxi?
-Mi hermano- respondió. Ah, tenía un hermano muy pero muy parecido.
Cuando apareció Maxi se aclaró el enigma y todos felices.
A partir de ahí, merced a la gran hospitalidad de Mariano y la paciencia de su señora esposa, nos reunimos todos los jueves en su casa y caen todo tipo de personajes, a algunos lo conocía, a otros los acabo de conocer. Gente de todas las edades, razas, clases sociales, ideologías y religiones.
Lo que nos une a todos es el espíritu gourmet, el disfrute de comidas y bebidas y de risa, muchas risas, nunca me reí tanto en mi vida.
Este hoy insólito en mi vida me encuentra en toda mi plenitud con nuevos y viejos amigos, haciendo biodanza, yendo a una psicológa de gestalt, siendo zen, haciendo running y viviendo como un sibarita. Un dandy del Siglo XXI.
Una mezcla contradictoria si se quiere, pero maravillosa, fruto de búsquedas de toda una vida que ahora se capitalizan y fluyen naturalmente, como por arte de magia.

domingo, agosto 20, 2017

SALUD, MAESTRO





Volvió a deslumbrar a crítica y público con su rol de un presidente argentino en "La Cordillera".
En estos días comienza a filmar una superproducción compartiendo cartel con Penélope Cruz y Javier Bardem, dirigidos por el doble ganador del Oscar, el iraní Asghar Farhadi. Luego, va a recibir un premio homenaje a la trayectoria en el Festival de San Sebastián.
Así llegó a los 60 años Ricardo Darín, rompiendo corazones como siempre, pero además con el prestigio de ser el gran actor nacional con más proyección internacional.
Y es un acto inmenso de justicia. Porque nunca se durmió en los laureles, porque sigue arriesgando cuando elige filmar con un director joven, inexperto al igual que con consagrados. Porque le presta la misma entrega a films geniales, buenos y regulares.
Porque tiene una cintura envidiable para escapar de la demagogia.
Fue muchas veces tentado por el diablo: esquivó con inteligencia la dicotomía: Kirchnerismo/ Macrismo. Es crítico con todos, pero todos lo respetan.
También fue tentado mal por ese diablo que a veces es Hollywood. Es famosa esa anécdota de cuando le ofrecieron participar en la película "Man on fire" dirigida por el siempre efectivo artesano Tony Scott y protagonizada por Denzel Washington, Christopher Walker y Mickey Rourke.
Nuestro Ricky vio el guión y entendió enseguida que era esa típica pavada racista, donde lo querían hacer participar como narco mexicano o algo así. Cualquier otro se hubiera meado encima por participar. El no aceptó, le pareció (cuando finalmente vimos la película supimos que tuvo razón) un rol estigmatizante para con su condición de latinoamericano.
No me afloje maestro, usted se merece ser dirigido por Spielberg, Scorsese o Tarantino, nunca menos que eso.
Es un actor sin formación académica, que evolucionó de galancito a clásico. Muchas veces se lo intentó correr con eso de que siempre hace de Darín. Pero hay que ser muy groso para actuar de si mismo y a la vez dar con un arquetipo humano universal. Y el lo hace.
Hace un tiempo lo vi en un café que suelo frecuentar en Palermo. Intacto, un dandy, pinta de pendejo eterno. No me animé a saludarlo, pero no faltará oportunidad de volver a encontrarlo y compartir una charla con una cerveza de por medio, o lo que pinte.


jueves, agosto 17, 2017

LA MARGINALIDAD GARPA





Mucha expectativa me había generado el regreso de un talento de nuestro cine y televisión como Bruno Stagnaro, el director de maravillas como "Okupas" y "Pizza, birra, faso".
"Un gallo para Esculapio", que es una hermosa cita de Sócrates, no me defraudó, pero tampoco me deslumbró como "Okupas".
Es que me deja un poco afuera esa tendencia creciente del cine y la televisión nacional de retratar a marginales, freaks, degenerados.
Veo por un lado cierta fascinación de nenes bien que salen de Palermo y descubren el Conurbano y por otro lado, lo más importante, Hollywood premia con fama y muchos dólares, las buenas historias, cuanto más truculentas mejor. Cada vez es más común la coproducción con las majors estadounidenses, no solo en films, también en series.
En el caso de "Un gallo... la miniserie de 9 capítulos se estrenó a la vez en Telefé y en TNT.
Hay que hacer algunas salvedades.
Creo que una obra genial que rompió todos los límites como es "Dromómanos", surgió de una búsqueda interna preciosa de Luis Ortega y no se parece a nada.
Ahora, a partir de eso, su hermano productor le vio el filón comercial y lo hizo dirigir la miniserie "Historia de un clan" (sobre los Puccio), lo cual fue un gran acierto artístico y comercial. Hoy Luis está filmando la vida de Robledo Puch. Lo que surgió naturalmente en el, se convirtió en una fórmula comercial que le da excelentes dividendos.
Parecido es el caso de Pablo Trapero, que empezó su carrera con historias chiquitas, encantadoras como "Mundo Grua" y "El bonaerense", muy en la vena de Leonardo Favio, pero luego cada vez fue haciendo películas más grandes y caras, a la búsqueda de los dólares. Cosa que consiguió con "El Clan" (también sobre los Puccio), una película bastante convencional, pero que logró el objetivo de hacerlo llegar a filmar en Hollywood, cosa que hará a partir de ahora.
Distinto es el caso de Damián Szifrón, que es un genio al que le sale naturalmente esa fórmula de Hollywood en castellano. En los otros, aunque son muy buenos, se ve la impostación, lo artificial.
En Szifrón esa alquimia fabulosa se da naturalmente: "Relatos Salvajes" triunfó en el mundo y a fin de año Damián estrena su primer superproducción hollywoodense "The billion dollar man", que no es otra cosa que la adaptación cinematográfica de la recordada serie yanqui "El hombre nuclear", que poblaba las tardes de nuestra infancia.

martes, agosto 08, 2017

¿QUE ES EL AJEDREZ?

El fin de semana pasado me volví a sumergir de lleno en la práctica del ajedrez de alto nivel.
Terminaba agotado después de dos partidas diarias de 3 o 4 horas.
Lo que me llevó a preguntarme más de una vez si realmente lo estaba disfrutando y que es realmente lo que me atrae del ajedrez.
Es raro, porque siempre se relaciona a los ajedrecistas con los matemáticos: hay mucho de cálculo y análisis en el juego ciencia, pero yo fui siempre malo para las matemáticas.
El ajedrez no es solo juego y ciencia, también es arte.
Porque muchas veces 2+2 no da cuatro y eso es lo que me atrae.
Lo creativo, intuitivo que también tiene el ajedrez.
Una mezcla de juego racional e irracional a la vez.
Igual no tengo ni la más puta idea de que es el ajedrez, no entiendo esa cosa medio infinita que tiene.
Solo disfruto jugándolo. Casi siempre.

martes, agosto 01, 2017

VENEZUELA QUEDA ACÁ NOMÁS




Hugo Chávez era un personaje simpático. Como Perón.
Un militar golpista que luego triunfó en las urnas. Como Perón.
Le robaba a los ricos y le daba a los pobres.Se enfrentaba a EEUU.
Como Perón.
El problema es que cuando murió Chávez, quedó cualquiera a cargo del gobierno.
Como con Perón.
El temita con el socialismo latinoamericano es que enseguida se cree indispensable, el bien absoluto y todo lo que se le oponga debe ser eliminado.
La tentación de ver todo en dicotomías, en dualidades, divide a la sociedad y lleva a la guerra civil.
Estuvimos cerca de eso con el Kirchnerismo. Ahí nomás.
Además hay una raíz fascista en todo esto: se hace una revolución popular para establecer una dictadura.
Como se creen el bien absoluto, son absolutistas.
Nuesto país por suerte aprendió la lección y votó un cambio, una alternancia democrática.
Porque a nosotros nos pasó en los setenta lo mismo que le pasa hoy a Venezuela y todavía lo estamos lamentando ¿Remember Isabelita, el Brujo López Rega y Montoneros?
Ellos fueron los culpables del golpe militar.
No olvidar.
Porque Venezuela queda acá nomás.