viernes, abril 11, 2008

PENDEJA


Está ahí, parada mirando la vidriera con su mamá. No tiene mas de 15 años. Me mira de reojo a través del reflejo en el vidrio. Pero solo un poquito,después vuelve a concentrarse en la ropa de oferta, consciente de que no puedo sacar los ojos de ella.
No es que sea tan hermosa, pero tiene ese brillo que solo da la adolescencia. La edad en que hasta la más horrible está poseída por Venus.
Con los años llegaran los rasgos familiares, las carnes que se caen y se agujerean. Pero este es su momento y ella lo sabe. El mundo parece girar a sus pies.
En la antigüedad los hombres mayores las tomaban a esta edad o desde más chicas, las disfrutaban en su plenitud. Ahora la ley nos impide hacerlo.
Y la paradoja, es que cuando tenés esa edad no estás preparado para entender el valor de aprovechar el tiempo. Porque el tiempo no pasó y como decía Ringo: la experiencia es un peine que te dan cuando te quedaste pelado.

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