viernes, mayo 02, 2008

UNA DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS

El siguiente texto me fue revelado por Pablo Schanton hace unos diez años o más, una vez que le hice un reportaje. Me dijo que era su guia.
A partir de ese momento comenzó a ser también la mia.
Y hoy, en que no me dejan trabajar ni en publicidad, ni en periodismo, ni siquiera me dejan tener el gesto pretencioso del libro, el blog se resignifica en las palabras de Benjamin y cobra una notable vigencia.
Bienvenidas sean estas aladas palabras entonces:


“ La construcción de la vida se halla, en estos momentos, mucho más dominada por hechos que por convicciones. Y por un tipo de hechos que casi nunca, y en ningún lugar, han llegado aún a fundamentar convicciones. Bajo estas circunstancias, una verdadera actividad literaria no puede pretender desarrollarse dentro del marco reservado a la literatura: esto es más bien la expresión habitual de su infructuosidad. Para ser significativa, la eficacia literaria sólo puede surgir del riguroso intercambio entre acción y escritura; ha de plasmar, a través de octavillas, folletos, artículos de revista y carteles publicitarios, las modestas formas que se corresponden mejor con su influencia en el seno de las comunidades activas que el pretencioso gesto universal del libro. Sólo este lenguaje rápido y directo revela una eficacia operativa adecuada al momento actual. Las opiniones son al gigantesco aparato de la vida social lo que el aceite es a las máquinas. Nadie se coloca frente a una turbina y la inunda de lubricante. Se echan unas cuantas gotas en roblones y junturas ocultas que es preciso conocer.”

Gasolinera, Walter Benjamin

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