martes, julio 18, 2006

HOTELES

La visión en la película " Tiempo de Valientes " de una escena en donde la pareja protagónica para en un hotel de Constitución y desde la ventana se ve la autopista, me trajo recuerdos de hace mucho tiempo.
Cuando era chico solía viajar mucho por la provincia y el país jugando al ajedrez, así descubrí la vida en hoteles: mejores, peores, pero siempre encantadores. Esto está relacionado con el post del tren: el hotel es también un lugar de tránsito, un no lugar. Allí sabemos que tenemos nuestra habitación, nuestra comida cuando lo queremos y es más excitante que todo lo de casa, aunque no sea mejor. Pero que tarde o temprano se termina. Es un mundo que se hace de encuentros furtivos, de relaciones casuales.
De más grande y estando en Buenos Aires descubrí los Hoteles de Alojamiento, que son otro tema... acá está lo curioso y a la vez asquerosito de no saber quien estuvo antes o quien vendrá después, de estar un par de horas y partir. Lo cual lo hace excitante pero de una manera más retorcida. Refugio de la trampa, descanso de los aventureros, el hotel de alojamiento es otro de los grandes inventos argentinos que sorprende y descoloca a la gente que viene de afuera.
Es el deseo por turnos, si es que algo así existe.

No hay comentarios.: