En el spot del marxismo y el amor, curiosamente, se me olvidó aclarar algo.
Yo soy el primero en admitirme contradictorio en términos de superestructura marxista, es decir: siempre gocé y sigo gozando, de ciertos privilegios que me permiten, por ejemplo, hacer este blog.
Porque tampoco quiero quedar solo como un resentido que le pega a los que tienen éxito. Entonces, ¡las contradicciones pueden ser complementarias!
Y me pregunto en voz alta, si ciertas personas tienen tanta energía en la vida cotidiana como en el sexo. En ese caso: ¡que desafío me espera!
Si fuera así...
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Si las gotas cayeran hacia arriba
hasta anegar el cielo
Si este otoño inesperado
no estuviera tan fuera de lugar
Si esta lluvia invertida
no lavara...
Hace 1 año.
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