martes, agosto 29, 2006

LA PARADOJA DE LA INTOLERANCIA PROGRESISTA

Hay una creciente demonización de la derecha a raíz de la próxima marcha de Blumberg.
Existe una cierta lógica que indica que toda la gente que está con él, estuvo con el Proceso. Probablemente sea cierto, pero eso no quita que tanto Blumberg como cualquiera tiene el derecho de expresarse libremente aunque sea para pedir mano dura.
Claro que no me cae bien este tipo y no me gusta que esté gestando una carrera política sobre el cadáver de su hijo. Pero atacándolo se le da más importancia de la que tiene. La gente no es boluda, no necesita que le expliquen.
El gran desafío al que se enfrenta Kirchner es aceptar que la democracia es para todos y que disentir no es ser enemigo o el mal absoluto.
Me gusta pensar este gobierno como una socialdemocracia a la europea, no como Cuba.

No hay comentarios.: