viernes, marzo 30, 2012

UNA PELICULA MUY AFORTUNADA


De la notable camada del Nuevo Cine Argentino, Daniel Burman era quien menos me simpatizaba. Desde el comienzo. Desde aquellas” Historias Breves” que reunieron a varios futuros nombres rutilantes haciendo un cortometraje. El de Burman era, de lejos, el más pretencioso.Había en el una arbitrariedad notable, un no sé que quiero decir, pero lo importante es que soy diferente. Pasó mucho tiempo para que fuera a un cine a ver algo suyo. Cuando ganó un premio importante con “El abrazo partido” arriesgué y la cosa había mejorado bastante: ya podía contar una historia particular, en un ámbito particular, aunque la arbitrariedad seguía dosificada y más simpática, allí el alter ego de Burman, Daniel Hendler, corría cuando tenía algún problema emocional. Pero esos juegos de palabras en los títulos, mmm …
¿Qué pretende este tipo, ser un autor, un cineasta industrial, las dos cosas o ninguna de las dos? Circunstancias azarosas, variadas, me llevaron de paseo y como en un libro argentino de Paul Auster ( la referencia no es casual) de pronto me encontré en el Gaumont, frente al afiche de “La suerte está en tus manos” que empezaba en 20 minutos. – Que buen título-me dije-Que buen afiche-. ¿Jorge Drexler como actor, con Valeria Bertucelli? Me gustó la apuesta, entré.
Tengo que admitir que la película es una pequeña obra maestra que seduce con su tonito epifánico, etéreo. Planteada como una peli de amor para los que entramos en los cuarenta, supera con creces a los modelos hollywodenses que suelen verse.
Pequeña digresión: leo ahora las críticas de los diarios y son parcas, injustas con la película, como alguna vez señalé con respecto a Luis Ortega. ¿Qué les jode de esta película?
Hay un guión y una realización magistrales, actuaciones notables (Jorge Drexler es una revelación) muchos detalles hermosos, mucho plano detalle, mucha mirada madura de la vida, entendida no como aggiornamiento, sino como crecimiento genuino.
Y hay, cosa poco común en cualquier tipo de cine, subtramas que no son mero relleno, sino que cobran un único sentido que excede en muchos las boludeces que consignan los diarios, tipo está bien, pero las otras eran mejores…
Hay una apuesta filosófica, metafísica, en ese cocktail de póker, judaísmo y telos. Hay un título por fin justo y afortunado, que a la vez sintetiza el sentido de la película. Hay mucha tela para cortar y el tema del azar y el sentido de la vida excede con mucho estas líneas. Los otrora detalles arbitrarios han mutado en bellos momentos luminosos, en una poética propia, mostrando que estamos ante un gran director y ante una gran película. Cerca del final, Drexler corre pero esta vez está perfectamente justificado y le da cierta emoción a la escena.
Lo único criticable es ese final a toda orquesta donde Burman fuerza varios lugares comunes tratando de que todo cierre perfectamente. Pero no se pierde ni ahí la magia del conjunto del film. Un film muy afortunado que habla de gente que busca la felicidad simplemente, más allá de que sean judíos, financistas, exitosos y cogedores.
¿Será eso lo que jode tanto?

No hay comentarios.: