sábado, enero 07, 2012

TODO MAL POR SUERTE

Pará, pará un cachito, fui a una sesión de zazen después de años y tuve que huir todo roto porque no la resistí. Tanto leer textos budistas, tanto chamuyo zen y no me banco un par de horitas de meditación.
Paremos la mano porque algo anda mal, por suerte. Se viene un descanso hasta marzo y tengo que empezar ya a practicar, a elongar, porque estoy hecho una morsa.
Y eso no es lo único: cuando estuve sentado frente a la pared, pude ver el infierno dentro mío, me desbordó.
Lo más zen que puedo hacer ahora es ponerme a limpiar el depto y conseguir trabajo. Volver a brillar en serio, que no me devore el personaje literario, la oscuridad de la ficción.
Pero por suerte, decía, ahora sé que soy un practicante horrible, no lo tenía tan claro. Soy tan malo que no puedo sino mejorar.
Toda la construcción intelectual se te viene abajo cuando no podés hacer ni medio loto.
Agradezco que me fue revelada la verdad.

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