Jack no era nuestro amigo, ni siquiera iba a nuestro curso, pero jugaba al fútbol con nosotros en la clase de educación física, en la secundaria.
Nunca supe nada de su vida, pero me lo cruzaba por la calle: Hola Jack.
Eso era todo.
Pero ayer murió, no se de qué, ni porqué.
Simplemente se fue. Salió de escena.
La realidad tiene cada vez más espesor de sueño, a veces de pesadilla, donde los personajes entran y salen caprichosamente de nuestra vida.
Antes que el dolor de una pérdida me embarga una sensación de irrealidad.
No hay tiempo que perder.
Si fuera así...
-
Si las gotas cayeran hacia arriba
hasta anegar el cielo
Si este otoño inesperado
no estuviera tan fuera de lugar
Si esta lluvia invertida
no lavara...
Hace 1 año.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario