Jack no era nuestro amigo, ni siquiera iba a nuestro curso, pero jugaba al fútbol con nosotros en la clase de educación física, en la secundaria.
Nunca supe nada de su vida, pero me lo cruzaba por la calle: Hola Jack.
Eso era todo.
Pero ayer murió, no se de qué, ni porqué.
Simplemente se fue. Salió de escena.
La realidad tiene cada vez más espesor de sueño, a veces de pesadilla, donde los personajes entran y salen caprichosamente de nuestra vida.
Antes que el dolor de una pérdida me embarga una sensación de irrealidad.
No hay tiempo que perder.
Versos tachados
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No todos los versos tachados
hablaban de vos
algunos buscaban sentido
creyendo saber lo que ha sido
morder el dolor
como si beber un vaso de arena
pu...
Hace 4 semanas.
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