martes, enero 03, 2012

DESPEDIDA CON UNA SONRISA

Recién estaba en Tacos leyendo el Clarín, tomando una cerveza
(nada como el alcohol para matar el sufrimiento)
Estaba solo en el bar vacío
De repente, entraron dos mujeres, se sentaron justo enfrente mío.
Caras conocidas de Facebook.
Debe ser una casualidad,me dije,
aunque se que las casualidades no existen.
Enseguida llegó ella, la Dra.
Me dije: no se como pasó, pero no es una casualidad.
Sonreí, al menos un reconocimiento.
Me hubiera quedado en este puto pueblo si ella hubiera brindado conmigo en Navidad,
hubiera cambiado todos mis planes de vida.
Pero ella es así, ya está visto, dice que si, luego que no, no contesta el teléfono ni los mensajes,desaparece y justo cuando la había dejado de extrañar, aparece.
Pero ya es tarde, hoy me vuelvo a Baires.
Y ella no es de las que va a llamar y reconocer algo.
Cuando me iba, me acerqué a saludarla, por si hacían falta más pruebas me dijo sin que le preguntara: -Vinimos acá porque no hay otro lugar para ir a comer.
Veredicto: Culpable.

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