¿ DE QUE HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE SAN MARTÍN?

Hoy, en el frenesí del cierre, en un post-almuerzo estresado, en un ir y venir constante de variaciones neuróticas, caí en Cablevisión Coronel Suárez, donde un "experto" del Instituto Sarmantiniano de Bahía Blanca o algo así, daba una conferencia de prensa.
Ingenuo de mi, buscando un poco de paz, pensaba en esa frase: "Serás lo que debas ser o no serás nada" uno de los tantos aciertos metafísicos del Héroe de la Patria, que es Héroe justamente por estos desvíos insólitos, no por la cantidad de gente que ha matado. Esperaba tal vez una vibrante reflexión filosófica, una meditación sutil sobre cierto espíritu libertario.
Pero no, claro que no.
Lo que vino a continuación, la memoria engaña pero el grabador no, fue una catarsis de señor mayor que leyó demasiado (si porque leer demasiado también hace mal) decía que leyó demasiado y entendió cualquier cosa. De señor mayor de derechas que siente que el mundo conocido se le viene abajo y que lo único que nos puede mantener a flote es el bronce de San Martín. No la persona, no el pensador: el mito guerrero, esa mezcla de ética epopéyica con épica de alcornoque.
Lo que decía, lo que sostenía angustiosamente este señor, indignado, envenenado, enfurecido ante los chicos de primaria que lo miraban extrañados y el público mayor que asentía con más miedo que otra cosa, digo el metamensaje del señor experto era muy claro: nosotros, los zurdos, los kirchneristas, estamos conspirados contra la figura de San Martín y tratamos de destruirlo, de hacerlo pasar por chorro, cornudo, cobarde, puto y quien sabe cuantas cosas más. Porque nosotros somos rojos apátridas que descreemos de la Iglesia Católica y encima la enfrentamos, pero San Martín no es así como decimos nosotros, como enseñan en las escuelas (?).
En un momento el aire se puso turbio y el señor cada vez gritaba con más énfasis, hasta que todos comenzaron a aplaudirlo, cosa que no se enojara más y que se callara de una vez por todas, que generaba una incomodidad manifiesta.
Yo y mis circunstancias, no me voy a poner a discutir quien era San Martín, no he leído mucho sobre el, pero pienso que nadie quiere destruirlo, que humanizarlo lo hace más grande y que por favor, no me digan que San Martín es eso que decía este señor.
Transmitido, si señor, claro que sí, en vivo y directo a toda la población por uno de los millares de canales que tiene el Grupo Clarín en el país.