domingo, septiembre 13, 2009

RESACA CREATIVA


Anoche en medio del fragor de una fiesta, veía a un mamado protagonista, el mamado entre los mamados, el que no le importa nada. Me traía recuerdos de hace unos diez años.
Hay un tipo de ebriedad soberbia, ya sea de alcohol o drogas, se da en la persona que está mal y usa la sustancia para correrse de la realidad y desde allí cagarse en todos. Allí estuve en algún momento. Por un rato es divertido, alguien políticamente incorrecto, que dice lo que nadie se atreve, como el loco en el pueblo. Pero después cansa y el beodo se queda solo. Como loco malo.
Pensaba que el ejemplo mas alto de los que conozco, del ebrio consecuente, es Jim Morrison. El tenía un sistema de ideas que lo llevo a la muerte. El divino Jim, el hermoso poeta del rock. Sus estados alterados tenían ansias de trascendencia, ecos de los beatniks mezclados con Grecia y de todo un poco.
Jim decía que tenía un alma de payaso que lo llevaba a arruinar todo en el mejor momento. Otro momento por el que muchos hemos pasado.
También creía que llegaría a la pureza espiritual por la destrucción de los sentidos, del cuerpo. Al revés de lo obvio, cambiar lo espiritual, el apuntaba a autodestruirse para llegar a la pureza. Y lo logró, claro.
Tal vez interpretaba demasiado literalmente la frase de William Blake:" Los caminos del exceso conducen al Palacio de la Sabiduria".
Pero quien puede juzgarlo, sus ideas y poemas guiaron esos días extraños y aún me siguen guiando. Recuerdo también como hablaba de que las cosas debían contarse como debieron haber sido, no como eran en realidad.
Una guerra declarada al mundo consciente.
Un poco más acá en el tiempo y el espacio, una de las cosas más lúcidas que le escuché decir a Fito Paez es que para el la resaca es un momento muy creativo. El día después de los excesos las ideas se liberan y caen todas juntas.
A mi me pasa exactamente lo mismo.
Lo ideal, lo básico, lo difícil es poder entrar y salir de cualquier exceso sin quedar enganchado. Todo un tema.
Y en definitiva ya lo se, pero soy muy haragán para admitirlo: lo que buscaba Jim, lo que buscamos todos, se halla sentándose a meditar de frente a la pared o entonando mantras, sólo que este camino es más arduo y requiere toda una vida de disciplina.
¿Alguien conoce un atajo?

1 comentario:

Luciana Schubmann dijo...

Sí,sentarse debajo de un sauce, un día de viento.