miércoles, julio 15, 2009

LACAN ZEN


Voy todos los días a la Biblioteca Sarmiento de Suárez, busco textos sobre psicologia, psiquiatria, antisiquiatria. Es para mi famosa novela ahora si en marcha.
Doy con un libro que hizo ruido hace algunos años: "El Libro Negro del Psicoanálisis".
Como su nombre lo indica, allí lo que se hace es difamar al psicoanálisis y tratar de refutarlo. Lo cual es muy divertido, a veces interesante y otras veces francamente patético.
La mayor parte del libro está consagrada en destruir a Freud, de Lacan hablan poco y como con miedo: que era muy oscuro, que robaba mucho de la filosofía. Si ¿y?
En el sumun ya del amor/odio meten una cita de Lacan que no conocía y es hermosa, ellos la ponen como interpretando que habla mal del psicoanálisis, pero a mi me parece una de las más perfectas definiciones de Lacan sobre su propio oficio:

EL PSICOANÁLISIS SEGÚN EL ÚLTIMO LACAN: ACERCA DE LA CHARLATANERÍA, UN DELIRIO INVENTADO POR UN PEQUEÑO MÉDICO

A partir de 1977 Lacan enseñó que:

"El psicoanálisis está tomado en serio, por más que no sea una ciencia. Como lo mostró abundantemente un tal Karl Popper, no es una ciencia del todo porque es irrefutable. Es una práctica, una práctica que durará lo que durará. Es una práctica de la conversación."
"El psicoanálisis es una práctica delirante...Es eso lo que mejor ha hallado Freud. Y él mantuvo que el psicoanálisis no debe nunca vacilar en delirar."
"El psicoanálisis no es una ciencia. No tiene estatus de ciencia, no puede alcanzarlo, ni ahnelarlo. Es un delirio -un delirio que se espera conduzca a una ciencia-. ¡Se puede esperar mucho tiempo! No hay progreso, y lo que se espera no es forzosamente lo que se consigue. Es un delirio científico."

2 comentarios:

el objeto a dijo...

yo tampoco conocía esas frases de Lacan, pero lo cierto es que me atrae mucho esa última época suya, que como tú bien indicas, tenía algo de los koans zen, (del deseo de sorprender al otro, de despertar algo en él, una revelación interna)

Qué bien esa novela!!
un abrazo Pablo

Pablo Miravent dijo...

Gracias amiga lacaniana!
Besos a través del Atlántico.