Todos sabemos la fobia que siempre tuvo este país con los movimientos revolucionarios. Por eso cada vez que hay un quilombo a todos se les pone la piel de gallina cuando se nombra a Quebracho. Como si fueran la sangrienta subversión.
Pero nadie sabe quienes son ni de donde vienen, si son operados políticamente por el oficialismo o si representan a alguien.
Por lo pronto, hacen cosas politicamente incorrectas, como romperle los locales a Sobish o hacerle una manifestación a la Embajada de Israel apoyando a los paises árabes.
Mientras sea eso simplemente lo que buscan, un golpe mediático y sin sangre, gozan de mi simpatía.
Casa
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La casa de la infancia
viene con el olor de los jazmines
la sombra de la parra en el patio
y el silencio caliente de las tardes de verano
La casa de l...
Hace 21 horas.
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