Ayer, en la bella Casa de la Lectura de Villa Crespo, se presentó una antología de Federico García Lorca editada y curada por el notable poeta, narrador, ensayista y traductor uruguayo Roberto Echavarren.
El mítico Lorca, poeta gitano, folklorista andaluz, nos fue enseñado en el colegio con miedo y represión, así que es bienvenida esta edición para sacarlo del closet y hacerlo brillar en toda su dimensión.
Para ello Echavarren convocó una selección de notables poetas porteños y platenses, para interpretar en vivo los escritos del español.
Como una big band de lujo, como un recital de grandes éxitos under, se presentaron estas Lorca Sessions a las que lamentablemente les faltó más público.
Una lástima porque lo que se perdieron fue hermoso: el misterioso poeta con peluca, la bailaora que recitó con castañuelas, la performance de Anahí Mallol con celular incluído, las preciosas cacofonías de Agueda Pereyra, el acting salvaje de Gaby Bejerman y más, mucho más, para terminar cerrando la noche con el gran Echavarren narrando e interpretando la obra de teatro de los zapateros.
Notable show, que me confirmó que la gran poesía es música y así debe ser escuchada y disfrutada.
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