Me contó Sebastián Mondragón, la mitad de Estupendo, que tocó en la primer formación de Juana la loca, de ahí lo conoce a Rodrigo Martin, el primero al que oí hablar de Estupendo, bardeándolos porque "cualquiera puede sacar un disco así teniendo un quincho con pileta en Banfield".
Se refería el gran bocón del Nuevo Rock Nacional al primer, mítico disco de los Estupendo, "Bistró Málaga" que apareció como un ovni retro-futurista en 1994 y luego fue imitado aquí, allá y en todas partes.
De esa zona difusa del sur del Gran Buenos Aires comprendida entre Lanús y Lomas de Zamora, salieron los Estupendo, Juana la loca y los Babasónicos.
Nada menos.
Por décadas me imaginé a los Estupendo como unos dandys electrónicos que vivían en un verano eterno, en un chalet con pileta y quincho y solo se dedicaban a hacer música.
Finalmente, este año los conocí.
También me contó Sebastian Mondragón que el tenía una tía con la que se juntaba mucho, que fue la que le puso el nombre al grupo porque siempre usaba el latiguillo ¿no te pareció estupendo?
Ella aparece sampleada en los primeros temas de Bistró Málaga, especialmente en ese tecno pop hipnótico llamado "San Antón".
Este año los Estupendo editaron un nuevo disco llamado "Dotremos" y lo estarán presentando el viernes a la medianoche en La Tangente juntos a Los pibes del espacio.
De más estar decir que allí estaré.
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