martes, diciembre 18, 2018

CARTA ABIERTA A PAPÁ ALAN





Anoche me estaba acordando cuando en 1993 compartimos unos tes y una charla en donde me comentabas las fascinación que te provocaba sostener en tus brazos a tu hija, Rita, que era un bebé recién nacido. También hablamos del Club Argentino de Ajedrez y del viejo Najdorf y me recomendaste el libro "La defensa" de Nabokov, que guardo en un sitio privilegiado de mi biblioteca.
El fin de semana estuve viendo fascinado la obra de Rita, esa criatura divina, que ya no es un bebé, es toda una mujer talentosa y voluptuosa, que me mira con ojos enormes de asombro y extrañamiento.
Que loca la vida, pero no creo en las casualidades. Pienso también que el peor miedo de un padre debe ser que aparezca un psicópata pervertido 20 años mayor y que enamore y le haga daño a la niña de sus ojos. Que no es mi caso por supuesto, yo la voy a amar y a cuidar más que a mi propia vida.
Ya me mostró el límite mamá Vivi el domingo, que montó un brindis performance en donde me interrumpía constantemente y no me dejaba desplegar mi juego de seducción.
Este humilde texto es una provocación y también un reconocimiento.
La familia es la que uno elije, el linaje en el que se encolumna. Y recuerdo que ya hace 30 años yo leía afiebradamente tus libros y tus críticas de cine en la Revista Humor, como si fueran la verdad revelada.
No soy amigo de la familia, pero admiro y respeto su genialidad, belleza y sobre todo, su nobleza.
Y hoy mismo no se me ocurre arbol genealógico literario más íntimo que el que reconcilia a Fogwill y a Piglia en una sola persona.
Seguís siendo mi máximo referente intelectual y ético, mucho más que el payaso egocéntrico de Aira.
Más allá de diferencias estilísticas, estéticas y de malentendidos, que se pueden subsanar simplemente con una charla. Creo también que estás enojado porque no pude dar todo de mi frente a la enfermedad de Piglia, ese es un duro trance que todavía no supero, y que me hizo tocar límites insospechados.
Papá, te pido formalmente la mano de Rita y más allá del chiste: love is in the air.


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