viernes, noviembre 25, 2011

MENTIRAS VERDADERAS


Escribir "He visto a Lucy" me llevó 3 o 4 años. Es una apuesta fuerte, la más fuerte que hice, que intenta correr los límites de realidad y ficción. Escribir ciertos episodios pasados asumiéndolos como lo que son: ficción.
Estaría loco si dijera que es la verdad.
Pero igual los resultados, más allá de la gente que se fascinó (que fue mucha), también trajeron muchas sorpresas o no tanto, viniendo de la gente del pueblo.
Hubo mucha gente que me retiró el saludo, en la librería del pueblo se negaron a venderlo de maneras más o menos irónicas, algunos que son ficcionalizados en el libro se hicieron cargo mal.
Es como que uno con el arte crea y hace catarsis, es un juego, uno dice: les voy a contar la historia de un loco que cree que su familia lo engaña y que le cagan las minas. Y entonces tu familia se hace cargo mal y se ofende y mueve toda su red de contactos invisibles de amigos para boicotearte el libro.
Y demuestra, que si te cagaron, y lo siguen intentando...
No presenté al libro en el pueblo, porque tiene más enemigos que amigos, como yo. Porque la verdad y la belleza les genera envidia a los mediocres.
Y la envidia siempre lleva a la traición.
El libro solo tiene destino nacional e internacional, y no puedo evitar comprobar que acá en el pueblo y en la familia tratar de explicarse siempre es tirarle margaritas a los chanchos, salvo la minoría ilustrada, que es muy minoritaria.
"He visto a Lucy" no pretende decir ninguna verdad, se ríe de todos, empezando por mi mismo.Los que son inteligentes, se ríen mucho con el libro, los que no, se ofenden y se hacen cargo mal.
El juego de la ficción pone al desnudo todas sus miserias.

1 comentario:

Dojo Zen Trelew dijo...

Nadie es profeta en su tierra...y menos en nuestro pueblo, que expulsa al diferente,al que se anima, al que trasciende barreras...para vivir en ese pueblo, debés ser oveja blanca.