domingo, noviembre 13, 2011

CASUALIDADES


Justo la noche de la gran fiesta de la electrónica, voy a ver a un trío: batería, bajo y guitarra. Rock primal.
Los conocí por seguir a una amiga que no era amiga de ellos.
Dos de ellos son de Bahía Blanca.
Poesía eléctrica reflejada no sólo en las letras, sino también en la manera de interpretarlas y hasta distorsionarlas.
Tres hacen un infinito.
En la previa hablo con ellos esas cosas que uno venía pensando hacía rato y justo aparecen como respondiéndote. Dando la clave.
Tocan, como tantos otros genios, en lugares fuera del sistema post Cromañon, lugares encubiertos, donde el rock vive, marginal como siempre.
Porque el rock no es un lugar seguro.
Averiguen por Tal Banda...

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