DONT LET MI DOWN

Hoy fue un día de mierda, como un martes trece o algo así. Dormí muy mal, me lo pasé estornudando. Fui a Chamorro temprano con oscuros presentimientos. El simplemente se limitó a enseñarme que ahora que estaba bien, estar mal también era una posibilidad. Es como dejar la droga, le dije, no la necesito más pero ¿como llenar ese vacío? Esa necesidad de la euforia, de una obsesión, de un ideal.
Y Cerati que está mal, pienso y siento que si se muere se morirá irremediablemente una parte de mi. Una parte importante de mi vida.
Y mi hermano me cuenta de una película que vió en el omnibus a San Juan, una de Richard Gere donde se hace amigo de un perro y cuando el muere el perro sigue yéndolo a esperar a la estación del tren todos los días. Me contaba esto mi hermano, que es un tipo raro y tiene esos días y lloraba.
A mi también se me cayeron unas lágrimas.
Voy a tomarme el ómnibus para volver a Suárez y hay paro. Quedo varado en la ciudad de la furia, encerrado en un puto y chino ciber escribiendo en soledad.
Pienso: todo esto tiene que significar algo, tanto sufrimiento de repente, como aprender a vivir de cero. Aprender a sentir de vuelta, después de vivir en una burbuja de ilusión.
Pero no te mueras en mi casa Gus, no me dejes caer.
Show must go on.