Es verdad que no somos primer mundo, pero tampoco somos tercer mundo. Somos un cómodo segundo mundo, sin las bondades del primero, pero también sin sus defectos. Todo tranqui, todo bien. No nos dejemos engañar, estamos bastante bien. Perón acertó cuando habló de la tercera posición histórica: ni capitalismo salvaje, ni comunismo. Un mix superador que los K están llevando a cabo. No caigamos siempre en la crítica al estilo Aguinis, que se desgarra las vestiduras como un pelotudo acusándonos de serlo peor del mundo. Anda a cagar, profeta del apocalipsis, olfa, nabo.
Sigamos siendo felices y votando bien, volvió la alegría vieja, volvió la buena leche y estamos haciendo una revolución silenciosa, aún teniendo todos los medios de comunicación en contra vendiendo apocalipsis ahora.
¡Al gran pueblo argentino salud!
Recurso
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Hace mucho tiempo yo tenía un recurso
para escapar de la tristeza
imaginaba una sábana blanca colgada al sol
yo era esa sábana que recibía
el calor y l...
Hace 4 semanas.
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