Cuando el chanchin era chiquito sufría de asma. Su madre lo llevaba de experto en experto, pero el mal no parecía ceder. Se hacía nebulizaciones, le hacían análisis, le ponían inyecciones. Un día el profesional, ya harto, le gritó a su mamá: ¡¡Señora, déjelo respirar!!
Si fuera así...
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Si las gotas cayeran hacia arriba
hasta anegar el cielo
Si este otoño inesperado
no estuviera tan fuera de lugar
Si esta lluvia invertida
no lavara...
Hace 1 año.
3 comentarios:
genialgenial genialgenialgenial!!!!
muy bueno !!!! juaaaaaaaaaa, juaaaaaaa, apoyo al profesional, yo tenia asma tambien cuando era chico, pobrezito el chanchin
jajaja buenísimo. un sabio ese médico.
Salud! y saludos!
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