EL MIEDO DE GONZALO GARCES

Recién acabo de llegar de San Telmo, donde presentó su novela “El Miedo” Gonzalo Garcés. El hecho guarda varios puntos de interés para mí. En principio, me llamó la atención que se hizo en el Bar Orsai, propiedad, entre otros de Hernán Casciari, autor del blog y la revista del mismo nombre.Casciari, un best seller poco convencional, que reside en Barcelona, es un escritor popular que entre sus éxitos cuenta con “Más respeto que soy tu madre”, libro del cual Gasalla tiene su gran éxito en teatro. Casciari, un escritor humorístico y guarro, hace una literatura que está bastante lejos de la de Garcés.
Así que en principio, me interesaba saber que tenían que ver los dos.
Garcés contó la historia de esta amistad mientras Casciari acompañaba desde Barcelona, en directo por Skype. Luego Garcés presentó en vivo y directo a más de una decena de personas, entre amigos y parientes, que dijeron unas breves palabras sobre libro y autor.
Fue una sorpresa para mí conocer a un par de esas personas, al menos virtualmente. Todo el evento estuvo marcado por ese tono intimista, afectuoso.
Lo que me sorprendió al principio fue la actitud recelosa de Garcés cuando lo fui a saludar. Solamente nos conocíamos por Facebook, así que no entendía porqué esa indiferencia en el trato.
Cuando volví acá comencé a revisar este blog y descubrí que había hablado mal de Garcés en más de una oportunidad.En realidad, me causa gracia, porque siempre hablé mal de Fogwill por ejemplo y nunca admiré tanto a un escritor como a él. Mis críticas eran una forma de homenaje. Claro que Garcés no tiene porque verlo así, pero es verdad que yo solía tener al principio esa maldad que da la impunidad del blog.También pienso en ese personaje de loco malo que me construí hace unos años, que a la vez da pie para que los envidiosos usen esa mala fama y pongan siempre palabras resentidas en mi boca sobre cualquiera.Cosa que me ha hecho perder la simpatía de algunos escritores notables y algunos no tan escritores ni tan notables.
En fin, me gusta lo que escribe Garcés, aunque no siempre esté de acuerdo, sobre todo con su parte ensayística y crítica y ahora diría que me cayó muy bien como tipo, tan expuesto, tan sensible. Y también Casciari dijo cosas muy piolas y agudas, desde Barcelona, tomando mate y fumando porro en pantalla gigante.