No hay caso, lo intento con Borges, me maravillo con sus brillantes ensayos,pero luego cuando voy a sus ficciones no encuentro el escritor que promete. En el medio, se me cruza en un escaparate "Los subterráneos" de Kerouac y vuelvo a caer. A reincidir en el pecado hedonista. Ah, que placer leer esa prosa sincopada y musical,con esa pequeña y extraordinaria historia de amor.
No hay caso, la belleza para mi tiene que ver con ese deslizarse elegante y arrogante de Kerouac, no con los fríos mecanismos de relojería de Jorge Luis. El mismo hablaba de leer lo que nos causa placer y dejar los libros que nos aburren.
Y Kerouac brilla en este libro más que en ninguno, y Kerouac sigue siendo ese perdedor hermoso que construye errores, desvíos en donde uno se pierde irremediablemente.
Poner el cuerpo y la mente en acción.
No se quien soy, pero se muy claramente quien no soy.
Si fuera así...
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Si las gotas cayeran hacia arriba
hasta anegar el cielo
Si este otoño inesperado
no estuviera tan fuera de lugar
Si esta lluvia invertida
no lavara...
Hace 1 año.
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