miércoles, enero 06, 2010

LA VERDAD DETRÁS DEL CHISTE

Es imposible no ser amigo de los mellizos Gatto, son el sinónimo del buen humor y del rock nacional desde los dorados ochenta hasta hoy. Tuvieron un programa en radio que duró unos 15 años y dejó huella. Pero los comienzos siempre son duros: hoy parece(es) una pavada, pero usar pelo largo en esas épocas era casi como ser subversivo y ellos lo saben bien. No se las van a dar de héroes por eso, no se van a jactar de nada pero yo que viví la época puedo contarlo. Había que ser muy macho, muy rockero para usar el pelo largo. Tengo escenas muy vívidas guardadas en la memoria: los Gatto que se van de la pileta de Blanco y Negro porque no los dejaban bañarse sin gorro, los Gatto insultados en los boliches y las confiterías, les tiraban con hielo, con sorna, con odio. Y hay una anécdota suprema que pinta aquellos años, cuando la palabra democracia todavía era solo una linda palabra: los mellizos estaban cursando segundo año en el Colegio Industrial, cuando una conocida profesora de Historia los hizo echar porque sospechaba, sin ninguna prueba, que ellos le habían roto las gomas del auto. Los echaron como perros sin explicación, era el estigma de ser los raros, si usaban el pelo largo, eran capaces de cualquier cosa…
“En el 83, 84 nos dejamos el pelo largo, mi hermano Silvio era como Cristo. Una vez a Sergio Pita a mi hermano y a mí no nos dejaron entrar a Papalú porque teníamos zapatillas y pelo largo. Éramos un grupito de 4 o 5 y estábamos muy a la defensiva, nos sentíamos observados todo el tiempo. Antes no se usaba el pelo asi, había mucha represión. No nos pegaban pero nos apartaban. Lo del Colegio fue terrible porque estábamos marcados, nosotros éramos rebeldes pero más pacifistas que John Lennon, mirá que le vamos a hacer una maldad a nadie. Se la agarraron con nosotros. No sé si nos creyó o no la profesora, nunca me puse a hablar con ella, pero hace 3 o 4 años me enteré que era gente de Pigué la que le había roto las cubiertas. Me contó un amigo que iba a la Nocturna, que fueron unos flacos que iban con él. Pero no sé si ella lo sabe, ni me interesa. Ahí dejamos de estudiar y nos pusimos a trabajar. Hoy en día es re canchero usar pelo largo, jeans, los conductores de televisión son así, pero nosotros sufrimos la discriminación. Mirando hacia atrás nos causa gracias, hacemos bromas, pero fue jodido. La discriminación ni siquiera venía de los milicos, venía de la sociedad.” Pero pese a todo, ellos seguían adelante con su vida, con sus pelos al viento, y tenían muy claro porque lo hacían. “Nosotros con mi hermano estábamos todo el día con el fútbol hasta que un día vimos en Música Total un video de Charly, uno de Los Abuelos de la Nada y otro de Nito Mestre y ahí revoleamos la camiseta al diablo. Eso fue en el 82 creo, teníamos unos 15 años. El rock para mi es un estilo de vida, la libertad. Nosotros usábamos las frases de las letras de rock como consignas de vida. No elegí este mundo pero aprendí a querer decía Charly, si bien no somos músicos, nosotros encontramos en el rock un estilo de vida. Yo hago estos personajes y hacía el programa de rock nacional porque no sé tocar la guitarra. Pero si usamos esa cultura, la que bajó de Lennon. Culturalmente fue muy bueno, incluso el gobierno de Alfonsín en ese sentido fue muy interesante, le abrió la puerta al rock, después con el menemismo lo que entró fue la pachanga, la bailanta. Incluso durante la guerra de Malvinas se prohibió la música en inglés, entonces había radios que tenían que pasar todo el día música en castellano e incluyeron cosas que no son rock pero son cercanas: Mercedes Sosa, Victor Heredia, León Gieco, Silvio Rodriguez, Pablo Milanés, etc. Yo siempre idolatré a Fito Páez y mi hermano más a Charly. Yo siempre dije que el primero que empezó a hacer rock nacional fue Fito Páez, porque era una mezcla de folclore, tango y rock. Fito fusiona todo. El rock es mi estilo de vida, pero desde el pacifismo, nunca desde la violencia. No el hecho de vivir colgado, drogado, nada que ver. Yo nunca necesité psicólogo porque tenía las letras de rock, me ponía feliz, me ponía bien.”
El que ha compartido amistad o fiestas en común con José y su hermano Silvio, sabe que el ingenio, el humor es un estilo de vida en ellos, siempre tienen un chiste adecuado para cada ocasión. Entonces era cuestión de tiempo nomás que los hermanos se hicieran actores. “Yo en un momento me fui a probar suerte a Mar del Plata y un amigo mío me lleva a un cantobar y me pide que haga a Charly García, yo lo imitaba siempre entre amigos, pero ahí por primera vez lo imité en público y canté canciones de él. Fue un éxito terrible y el conductor no me dejaba ir, me pedía que siguiera. A la gente le encantó, esa fue la primera vez que me di cuenta que a la gente le gustaba en serio. Era en el 95, 96 yo trabajaba en un hotel y los fines de semana comencé a ir al cantobar, ya era un clásico. Yo soy más lanzado que mi hermano, el se cuida más, tiene un perfil más bajo, yo me tiro a la pileta. El hace teatro con el grupo Entre Bambalinas pero es otro perfil. Yo me largué a hacer Charly porque mi hermano no se animó. Yo me animé porque al irme a vivir a Mar del Plata descubrí un montón de cosas, que se podía innovar, que toda la experiencia de vida que tenía me podía servir para actuar. “
Cuando José vuelve de Mar del Plata comienza a trabajar en un gran éxito de la FM suarense: “El despertador”, allí la gente lo descubre.” Yo lo que me di cuenta en un momento es que nadie hacía humor con personajes de Suárez, como yo me iba a quedar acá decidí trabajar con estos materiales. Salvo el personaje de Charly, que lo hice siempre. Actué por primera vez en el cierre del 2003 que hicimos con El despertador en un teatro, con todo y de ahí en más empecé a hacer personajes en cumpleaños y fiestas de amigos, entonces Antonio Miquelarena que es amigo y jefe mío en la estación de servicio del mástil, me dijo que tenía que desarrollarlo más, en otros ámbitos. “ José tiene solo elogios para muchas personas con las que ha trabajado y trabaja, Francisco Peralta, Mariano Gómez, Jorge Gómez. “El mejor imitador en realidad es Jorge Gómez, yo la pego mejor con los chistes .Me gusta conectar con la gente pero sin insultos ni mala palabras, sin zarparme mal. Hice un año de taller con Mario Llanos. Todavía uso técnicas que él me enseñó, por ejemplo como salir a un escenario, como enfrentar al público. El me enseñó a disfrazarme, a ponerme cosas encima para hacer un personaje. Repetir una misma escena pero haciéndola desde el punto de vista de varios personajes. “ ¿ Y como se descubre la química de un personaje? “Para que un personaje funcione primero me tengo que reír yo, ese es el primer filtro, si no me divierte a mi no sirve. Por ejemplo, mi personaje más exitoso, Lalo Dalmau, yo lo vi por televisión un día y al rato iba en bicicleta y lo comencé a imitar y me mataba de risa solo. Y lo estrené en un programa que hacía con Mariano Gómez en el 2004,El despertador, el me ayudó mucho, es un gran conductor que te da los pies para que te luzcas, como Fantino por ejemplo. Es un gran partenaire, te da un ida y vuelta que siempre te deja bien parado.” En un momento, lo que empezó como una diversión entre amigos, se transformó en una salida laboral extra. “La primera vez que me contrataron, que me pagaron por hacer un show fue en el cumpleaños de Cacho Marcos. Este año tuve 7 shows. Una vez en la estación de servicio, cuando expendía combustible me disfracé de Charly vestido de Papa Noel y atendía así a los clientes, me gusta mucho improvisar. Antonio siempre de dice que cobre por actuar, acá a veces cuesta un poquito pero igual está bien, yo nunca tuve problemas con nadie. Aceptan lo que pido, si pueden lo pagan y si no todo bien igual. Lo que noto que a la gente le encanta es el humor político suarense. Yo lo hago sin faltarle el respeto a nadie. Utilizo las palabras y los latiguillos que me llaman la atención de cada uno.” Y ya ha logrado que ciertos personajes sean pedidos por el público. “Trato de variar un poco porque los personajes cansan, el de Charly lo iba a dejar por un tiempo y empecé a hacer a Zulma Lobato, pero bueno, Charly siempre vuelve y no lo puedo dejar. Mis hits son Charly y Lalo, el resto está bien pero no llega a la perfección. Fijate que el personaje de Charly no es humorístico, pero está tan bien lograda la imitación que encanta.” Y era una fija, al gran experto del rock nacional, al imitador de Charly, ¿Que le parece el Garcia post Palito Ortega? “Charly hoy en día está muy sedado. Yo tengo miedo, porque Elvis murió así, hinchado porque le sacaron la droga pero le daban pastillas. Le tengo más miedo ahora que antes cuando era imprevisible. Porque antes era un personaje que él se inventó, era más lo que actuaba que el hecho de que estuviera borracho o drogado. El se dió cuenta de que en la Argentina no había estrellas de rock, entonces él es la primera. Eso es como decías vos con Francisco Peralta la otra vez, el sexo ,droga y rock and roll es un mito, es hasta ahí nomás.”
Otro tema ineludible, casi doloroso para los que nos iniciamos en el rock en los ochenta, es la multitudinaria popularidad de un rock de hoy que oscila entre la grandilocuencia y la más pura estupidez. El menemismo cortó a la sociedad en dos, la frivolizó, mezcló todo pero el resultado no fue bueno. Hay varias generaciones actuales que consumen basura y se piensan que porque usan una remera del Che Guevara o determinado look, son rebeldes. Pero es una rebeldía light, que se compra en la televisión. “El rock desde que se futbolizó, perdió, dejó de tener calidad. El rock chabón, todo eso, a mediados de los noventa comienza ese proceso menemista que emparejó todo para abajo. Cuando todos empiezan a adoptar cantitos de cancha, bengalas, banderas. Hasta los Redondos es el límite, la bisagra. Los Redondos tienen belleza, poesía, pero de ahí en más se degradó todo. Cuando entró el fútbol todo se distorsionó y terminó ya sabemos como, en Cromagnon. Van a los recitales a hacer quilombo y el rock no es eso. Sin desmerecer, pero antes los músicos eran cultos, el rock era una contracultura, ahora agarran tres acordes y sacan un disco.” Esa idea tan futbolera y demagógica, de que el espectáculo también está en la tribuna. “A mi me pasa lo mismo cuando actuo, si el personaje es el que me contrata, me voy, me ha pasado, el artista soy yo, yo actuo, no el homenajeado, he resignado plata por esto, me he ido antes de empezar un show, porque me ha pasado que no te dan bolilla. Y lo mismo pasa en el periodismo, yo respeto al que informa, no al que opina. Porque acá cualquiera te opina de cualquier tema, te empiezan con la data de ellos y se piensan que sos estúpido, que no te das cuenta porque lo están haciendo.”
Y vuelven los recuerdos, la nostalgia de los personajes suarenses de los años ochenta, aquellos genios malogrados de los cuales no ha quedado casi registro y de las noches en Papalú o Yamó cuando se bailaban lentos. “ Yo añoro los ochenta, la música que había, las ideas, era un todo, el arte y la música, el under, el teatro, la gente que escribía, todo eso se mezclaba con el rock. Toda esta gente tenía una formación. Aparecían Soda Stéreo, Virus, Los Abuelos, eran cosas nuevas, hoy se recicla, se repite. Yo creo que Horacio Lopez, que murió hace poco, fue un escritor fabuloso y Suárez no estaba preparado para entenderlo, hoy si lo entenderían, todo está permitido y bien visto. Pero en esa época éramos todos mal vistos. Lamento no haber podido compartir más tiempo con Horacio. El me mostró por primera vez a Serú Girán. Federico Pita también era brillante y una excelente persona, buena madera como digo yo, esa noche que falleció yo estuve con él. Fuimos a ver a JAF en Glass, terminó el show, se levantó y se fue en su moto. Era una persona humilde, buenísimo. Los ochenta eran la imaginación, el frenesí, hay un poster que me causa mucha gracia donde está Riquelme sentado y dice: ¡¡Que vuelvan los lentos! Eso,¡¡ tienen que volver los lentos!! Era lo máximo.”
Ya estamos en el 2010, los años pasaron, la vida sigue, pero los ideales se siguen levantando com estandartes con el mismo entusiasmo, aunque tengamos menos pelo. “Yo hice todo de grande, me casé y tuve un hijo después de los cuarenta. Estoy más relajado pero sigo luchando porque la cultura y el rock no se pierdan, para que el respeto no se pierda y no me quiero morir sin representar un sketch de Olmedo, que es mi referente humorístico. Y hoy en día Capusotto es un capo que une el humor y la inteligencia del rock. Pero la tenés que haber vivido para ahora divertirte con eso, uno se ríe del rock pero a la vez hace una reflexión sobre eso. Porque Capusotto se divierte con eso justamente porque es un rockero.Y detrás del humor hay verdad, detrás de cada chiste hay una verdad.”

(Nota publicada hoy en "Infosuárez")

2 comentarios:

Dante Bertini dijo...

extraña cosa la historia...mis amigos y yo usábamos el pelo largo antes de los setenta y "nos metían en cana" cada vez que salíamos a la calle...ya me hubiera gustado que sólo nos prohibieran la entrada a las discotecas.

Pablo Miravent dijo...

Ah, y nosotros que pensábamos que Europa era más avanzada...
Saludos, amigo.