Este viaje a Suárez estuvo signado por muertes esperadas e inesperadas, en un spot anterior hablé de recuperar el sentido de la muerte en el zen y como si lo hubiera pedido, tuve las pruebas contundentes.
Hoy, para no arrepentirme mas de dejar pasar la vida, fui a ver a un amigo enfermo de cáncer. Estaba flaco, desvalido, entregado.
Me contó que estaba escribiendo su experiencia y me recomendó el nunca bien ponderado vivir día a día, porque no sabés que te puede pasar en un rato.
No por trillado deja de ser una verdad absoluta.
Esta Matrix de sufrimiento nos hace traicionarnos día a día frente a nuestras verdaderas prioridades.
Por eso el sentido de mirar la muerte a la cara, para revalorizar el carpe diem.
Si fuera así...
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Si las gotas cayeran hacia arriba
hasta anegar el cielo
Si este otoño inesperado
no estuviera tan fuera de lugar
Si esta lluvia invertida
no lavara...
Hace 1 año.
1 comentario:
Cuando uno ve la muerte a la cara, el sufimiento a la cara,la impotencia que se siente es tan grande que a partir de ahi,sentimos, soñamos y vivimos distinto. Despuès de haber visto la muerte y el sufrimiento en perosonas muy queridas mi cabeza cambio, y nunca mas pude volver a vivir el bien ponderado dia a dia.
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