jueves, mayo 21, 2009

EN BUSCA DEL ZEN PERDIDO


Ahora todo es Zen, los productos, los climas, los aprontes poéticos. Hasta el "Maestro Amor", ese payaso, titula a sus fotos Zen y a su antro "Meditazen".
Y yo no soy quien para venir a poner los puntos sobre las ies, porque no practico nunca, soy un aficionado torpe y pretencioso, un haragán chamuyero, pero desde chiquito conecté con esta palabra mágica.
Hoy temprano llegué a Coronel Suárez, me esperaban mi perra y mis viejos. Todo estuvo bien, todo fue felicidad. Me parece que una de las formas del Zen es poder concentrarse en este momento sabiendo que no va a durar, que un día vamos a morir todos, que esta existencia es irreal y fallida, que hay que aprender a concentrarse en el presente pero a la vez no apegarse a el, porque esta vida es transitoria e imperfecta.
Y el sentido de pasarse horas sentado en posición de loto frente a una pared, en serio, es acostumbrar a la mente a detenerse, algo harto complicado. A vivir en un solo lugar en un solo momento y asi ir entrando en otra frecuencia mental.
Buscar la paz, la felicidad, sabiendo que no la vamos a hallar del todo en este mundo.
Y lo digo yo que no se nada de nada, pequeños saltamontes.

1 comentario:

Luciana Schubmann dijo...

pero qué paz este puñado de letras...ommmmm