Causalmente, nunca casualmente, releí "Dublineses" de Joyce mientras comenzaba mi novela. Una novela que me desborda tanto que suelo escribir a cuentagotas y nunca en el orden temporal correcto.
Escribo lo que me sale y de a pocos esos párrafos sueltos van cobrando sentido dentro de un todo. Un collage. Un copy and paste.
Joyce enseña en su primer libro algo por el estilo. En principio no es el típico libro de un cuentista, es más bien de un novelista en formación que decide partir del formato típico del cuento para llegar a otra cosa.
Para llegar a la conclusión que lo único que vale es escribir una novela.
Piglia decía en su teoría del cuento, esa que afirma que un cuento siempre cuenta dos historias, una visible y una sumergida. En el caso tradicional, digamos por ejemplo Hemingway, las dos historias se encuentran al final. Es su teoría del iceberg.
El de Joyce es mucho más raro, las dos historias nunca se cierran, quedan abiertas y sólo cobran una dimensión especial,luego, cuando todos los dublineses se van mezclando.
Me parece que con esto Joyce tiene algo que decirme una vez mas: que los cuentos han agotado un poco su significación y se redimensionan sólo si forman una red con otros cuentos que a su vez terminan teniendo todos un nuevo significado.
En eso estoy en estos dias.
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