Leo por enésima vez este libro que hace unos 15 años me unió al zen. A la luz de lecturas posteriores se vuelve aún más interesante. Es del menos famoso de los Susuki. El menos intelectual, el más zen.
Y el término de la mente de principiante justamente hace referencia a mantener siempre la mirada de niño para estar alerta, despierto. Asombrarse de cada nuevo día, de como sale el sol y el mundo sigue funcionando. Hasta que un día se acaba.
Algo que parece new age o prosaico, pero sin embargo es la base de la mirada zen.
Estar sentado meditando ya es alcanzar la iluminación. No hay que hacer nada especial, nos dice el sensei.
Ya no busco mas, encuentro simplemente.
Si fuera así...
-
Si las gotas cayeran hacia arriba
hasta anegar el cielo
Si este otoño inesperado
no estuviera tan fuera de lugar
Si esta lluvia invertida
no lavara...
Hace 1 año.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario