Voy nuevamente por el primer tomo de "En busca del tiempo perdido". Para leer a Proust hay que estar en un cierto nivel mental. Hay que estar zen.
La sutileza, la ilación fina y apabullante que usa este genio no es fácil, pero tiene el encanto de los grandes placeres.
Son libros en los que hay que esforzarse para entrar en su ritmo, igual que con los de Joyce. Pero vaya si vale la pena.
El libre devenir de la conciencia, la libertad formal anticipa el blog ( igual que Joyce ). Incluso probando una lectura aleatoria, abriendo el libro en cualquier parte, se logra un resultado exquisito.
Si fuera así...
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Si las gotas cayeran hacia arriba
hasta anegar el cielo
Si este otoño inesperado
no estuviera tan fuera de lugar
Si esta lluvia invertida
no lavara...
Hace 1 año.
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