Quedó atrás la década ganada que nos llenaba de orgullo.
Atrás, muy atrás. El actual gobierno ha dejado mucho que desear.
Pero tampoco la boludez de rifar 40 años de democracia por votar a un desquiciado.
O en su defecto, a una mina que repite de memoria todo lo que le dicen.
Sergio Tomás Massa es claramente el mejor candidato.
Y el más sano, el mal menor.
Si, ya se que es ministro de economía y está desbordado por la inflación y el dólar.
La Argentina tiene esas cosas y por eso es el mejor país del mundo.
Nunca para de sorprenderte.
Y tal vez la clave está en lo que viene repitiendo el camaleónico Massa: un gobierno de unidad nacional.
Y en un par de años estos se arregla.
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