Osho inventó las meditaciones activas para los que estamos más locos de lo normal y no podemos simplemente sentarnos y meditar.
Por eso pone el esfuerzo físico primero y luego viene la relajación.
La Meditación Nataraj son 50 minutos de baile y 20 de descanso.
En el baile frenético se disuelve la dualidad.
Hay silencio en el ojo del huracán.
Bailamos hasta que desaparece el bailarín y solo queda el baile.
Allí dejamos el ego y se acaba la división: esa es la meditación.
Baila, baila, baila y desaparece.
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