Estaba volviendo a escuchar lo nuevo de Flavio Etcheto y a repasar su discografía.
Se ve una intensa actividad desde fines de los años ochentas hasta 2010, el último disco de Isla de los Estados, el precioso proyecto que comparte con Loló Gasparini.
Y luego, silencio, por más de 7 años.
Pensaba que ese período coincide bastante con el episodio de Gustavo Cerati, su coequiper de tantos años, en un proyecto electrónico como Ocio, o en un disco fundamental del rock latino: Bocanada.
Recién a fines de 2017 Flavio reaparece tímidamente con Tríptico, tres canciones electrónicas editadas desde su actual residencia, Mar del Plata, por el sello Casa del Puente Discos.
Y a fines del año pasado lanza Superbrillantes, disco solista de 5 canciones a las que se le suman las tres de Tríptico en el formato cd y vinilo de 12.
Sus nuevas canciones surgen de lo más profundo del corazón, del tipo que se acerca a los 50 años, que le canta a las "Sibilancias" que le dificultan respirar y que festeja la resurrección artística y personal, con la llegada de un hijo.
En "Súbito" también surge la melancolía cuando habla de: "instantes o versiones de cuando fui feliz" y es imposible no pensar en los viejos buenos tiempos junto a Gustavo.
Belleza sutil de los arreglos musicales, la poesía y la voz de un genio de nuestra generación que tocó con los mejores, de un músico virtuoso, multinstrumentista, que no necesita tocar muchas notas para conmover.
El próximo jueves 17 Flavio estará presentando sus nuevas canciones en La Tangente, Honduras 5317, Buenos Aires, desde las 21 hs. Lo acompañan Jupi Medvescig en guitarra y Pedro Moscuzza en batería (otro viejo coequiper de Gustavo y Flavio en la etapa de Siempre es Hoy).
Nos vemos ahí.
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