lunes, octubre 06, 2014

LUCY



En el ultimo disco de Cerati, Fuerza Natural, aparecen los temas más gloriosos de su carrera cerrando el disco. "He visto a Lucy" es uno de ellos, que me deslumbró desde el primer momento, con esa música beatlesca y orquestal, caótica y celestial a la vez. Y la letra describe como nadie lo ha hecho la esencia de lo femenino, el enamoramiento flashero, la chica perfecta, el amor como una alucinación.
Nada es casualidad: el nombre Lucy ya aparece en el clásico de Los Beatles: "Lucy in the sky of diamonds", una oda al LSD. El amor como una droga, la droga del amor.
Lucy, la alucinada alucinante.
Lo femenino como la más alta alucinación.
Todas esas consideraciones y otras que ahora no recuerdo, me llevaron a bautizar "He visto a Lucy" a mi segundo libro, que tiene algo de eso y aquí tampoco hay casualidades.
Todo este rodeo pseudo filosófico para hablar de la película "Lucy" de Luc Besson, otro personaje que se las trae.
Como si el tipo hubiera escuchado a los Beatles y Cerati y hubiese leído mi libro, construye un nuevo escalón en esta larga cadena de causalidades.
Alto delirio alucinógeno, oda al cine, a la mujer y a la vida, Lucy absorbe de todos los géneros posibles y los mezcla y bate en menos de una hora y media.
Policial, ciencia ficción, cine de drogones, reflexión metafísica, etc.
Otro tema fundamental es el protagonismo de la mujer como elegida, iluminada, bruja, mártir. Y el tema de la droga como entrada a una espiritualidad elevada.
Ya se había hecho una peliculita simpática y menor con este tema, la invención de una droga que te permite usar el cien por ciento de la capacidad cerebral. Se llamó "Sin limites" pero allí al protagonista todo lo que se le ocurría hacer con su poder era ganar en la Bolsa.
Aca se va más lejos, se va por todo, por el conocimiento del Universo, de nuestra razón de existencia.
Y así se logra un bizarro y luminoso clásico que te deja loco de contento.
Como esa chica.
O esa droga.

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