lunes, octubre 20, 2014

BORGES HOY




Mi Biblioteca Borges personal, la que releeo constantemente, incluye a los libros de cuentos "Ficciones" y "El Aleph" y los libros de ensayos "Otras inquisiciones" y "Discusión". Allí me parece que está lo más sabroso del maestro.
Su faceta como poeta es la más discutida, la más leve, pero no me puedo olvidar de lo que siempre me produjeron los poemas de su primer libro "Fervor de Buenos Aires", ese querer recorrer las calles del sur, como luego lo hice, esa mística del Cementerio de la Recoleta, que luego tanto visité.
Hoy, a 28 años de su muerte, la sombra de Borges cada vez se agiganta más como una de las plumas más poderosas del Siglo XX. Una escritura clásica, una estructura simple, debajo de tanto barroquismo y erudición. Bioy Casares, su amigo y discípulo podemos decir, siempre contaba cuando Borges le cambió la cabeza para siempre, cuando lo instó a abandonar esa libertad idiota que Bioy tanto imitaba de los franceses. Pienso cuanto mejor hubiera sido Cortázar si hubiera seguido el consejo que Bioy tan bien interpretó.
Amo y comparto también ese amor por las formas breves, para que escribir una novela de 500 páginas que puede ser contada en 5 minutos, si el tipo en 15 páginas te inventaba un universo. Si sus ensayos tienen la intensidad de la ficción y sus cuentos la complejidad de un ensayo.
Su mejor libro de cuentos, el más abigarrado y plagado de genialidades es "Ficciones", seguido de cerca por "El Aleph", que sin embargo contiene la obra suprema borgeana. Para mi, el cuento "El Aleph" no solo logra la voz de su personaje más entrañable, Carlos Argentino Daneri, sino que en su esencia misma es una metáfora perfecta de este lugar bendito. Argentina es el Aleph, el sitio donde se reescriben todas las lenguas del Universo. Y el estilo mismo del cuento es poesía en muchas partes, pura poesía.
Cuento, ensayo y poesía en un solo escrito, que vale mucho más que un Nobel.
Los ensayos de "Discusión" tienen palabras simples e ideas claves que me guían siempre. Y los de "Otras inquisiciones" conforman uno de los más hermosos libros que se haya escrito jamás.
Lo único para objetarle al maestro es que solo haya vivido dentro de su mente. Para mi  la literatura también es poner el cuerpo. Por eso el cierra un camino, es el que llegó más lejos en su mente. A nosotros nos cabe honrar su glorioso legado y también abrir nuevas formas de leer el Aleph.

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