domingo, julio 17, 2011

SUEÑO Y PESADILLA


Había visto una sola vez en mi vida After Hours (1985, Martin Scorsese)a los 13 o 14 años, pero esa vez fue definitiva.
Creo que desde ese instante fundacional en que vi esta pequeña obra maestra kafkiana del Siglo XX, decidí que iría a vivir a Buenos Aires, no para estudiar o trabajar, sino más bien para vivir aventuras.
Esta película y "Buenos Aires me mata" de Laura Ramos, me mostraron el camino, me hicieron ver lo que yo era y quería.
Fue curioso, anoche, volver a verla unos 25 años después y disfrutarla aún más, luego de haber vivido mis propias aventuras, mi propia vida After Hours.
También entender, que en la temeridad de la adolescencia, me estaba cifrando un destino freak, de locura pesadillesca, que yo en ese momento veía como lo mejor del mundo.
Porque la película lo muestra claramente: no es un sueño, es una pesadilla. Entender porque yo la viví como un sueño, como una aspiración de vida, requiere de un análisis que excede largamente estas líneas.
También anoche, cuando la miraba, rodeado de amigos artistas, en Cura Malal, en medio del campo, me entró un llamado insólito, por la hora y porque no suele haber señal allí, que me recordó que la película sigue, sea en la ciudad, en el pueblo o en el campo.
"Ten cuidado con tus más íntimos deseos y sueños, puede que se cumplan".

No hay comentarios.: