Mírenlo a Cristiano Ronaldo: es un enorme jugador, hermoso, musculoso, atleta, tiene las mejores mujeres, los más refinados placeres, elegante hasta para correr, parece que no transpirara. Un dandy del fútbol. Un metrosexual multimillonario. Merecería ser el mejor del mundo.
Pero no.
Mirenlo a Lío Messi: chiquitito, cara de nabo. Medio autista, habla poco y mal. Pero tiene el don que lo hace diferente al resto del universo. Es genial y cualquiera en cualquier parte del mundo entiende eso.
Ya lo decían los griegos: "Las virtudes nunca vienen juntas".
Casa
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La casa de la infancia
viene con el olor de los jazmines
la sombra de la parra en el patio
y el silencio caliente de las tardes de verano
La casa de l...
Hace 1 día.
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