martes, mayo 10, 2011

EN EL AIRE

La vida da unas vueltas extrañas, si hace un par de años alguien me decía que yo podía ser feliz y trabajar en Coronel Suárez me hubiera reído burlonamente.
Pero así las cosas, vivo una existencia virtual en Suárez, que podría ser en cualquier otra ciudad, pero que es justamente en mi ciudad natal y eso le da otro sabor, sabor a revancha, sabor a final feliz.
Y nada mejor para un ermitaño que trabajar en un anonimato tecnológico, en el aire de la radio y en el aire de la web, cualquiera puede ver mi trabajo y oirlo diariamente en la radio y ahora también leer en el diario
Vivir encerrado, hacer todo desde tu casa y luego salir al mundo en busca de las noticias. El paraiso del paranoico, la paz para el neurótico.
Tarda en llegar y al final hay recompensa, tenían razón los dos Gustavos.

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