Imposible no recordar hoy al gran Leonardo Favio, cuando le hace decir al Mono Gatica: A mi nunca me interesó la política, yo siempre fui peronista.
Es que el peronismo es una sinfonía del sentimiento.
Puede ser mejor entendido por el corazón que por la cabeza.
El Papa diciéndole a nuestro nuevo Ministro de Economía que aplique la Doctrina Social de la Iglesia también es peronista.
El peronismo es un socialismo posible en la Argentina.
Producción y compasión por los que más sufren.
Así un movimiento político y revolucionario se aproxima bastante a la religión.
Es una religión para los intelectuales ateos.
No creen en Dios pero creen en Perón, Evita, Néstor, Cristina y Alberto.
No coincido ciento por ciento porque yo si soy creyente y pienso que todos los humanos son falibles y más los políticos, no creo que sean semidioses.
Pero ese debate lo dejo para más adelante.
Lo importante es que volvimos: mejores y mujeres.
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