EL CULTO AL RESENTIMIENTO

En 2003 yo estaba varado en Suárez como ahora, sin trabajo y sin perspectivas, como ahora. Escribí varios artículos para el periódico "Nuevo Día" (que nunca me pagaron). La idea era mostrar lo que escribía para ver si me contrataban. No lo hicieron.
Me despedí con una especie de ensayo que publicó Jorge Piaggio en el Suplemento Cultural que el dirigía: Utopía. El ensayito se llamaba: "Elogio del resentimiento".
Ahí vi el futuro y pronostiqué que el resentimiento se venía acumulando desde hacía rato y que un día iba a estallar como una especie de fiesta del odio. Fue como un delirio que luego se cumplió con el Kirchnerismo.
En 2009 reaparecí en Suárez dirigiendo un periódico K. Era la venganza perfecta: contra Nuevo Día, contra Clarín (que tampoco me dio trabajo), contra el campo y la Iglesia Católica a los que siempre desprecié. Los planetas se habían alineado y todos mis enemigos estaban en la vereda opuesta a Néstor Kirchner, por eso me fanaticé con el.
Porque Néstor fue el profeta del resentimiento, que exacerbó nuestros deseos de venganza hábilmente, con una mística revolucionaria y luego murió en su ley: le estalló el corazón de tanto odio.
Luego Cristina, que de boluda no tiene un pelo, cambió el eje completamente cuando Bergoglio es elegido Papa, el Papa Peronista.
Los ex enemigos se aliaron y ahora los K empezaron a hablar de amor. Ahora son el culto al amor, la religión del amor. Como el Catolicismo.
Quedará para la Historia, cuando pasen los años, saber que tanto de malo y de bueno generó tanto odio, tanto resentimiento.Todavía es muy pronto para emitir verdades absolutas.