viernes, febrero 10, 2012

DESTINOS


Para empezar, si no hubiera existido Spinetta, no hubiera existido Cerati.
Si no hubieran existido ni Spinetta ni Cerati, seguramente no existirían los Babasónicos, ni yo estaría escribiendo esto.
Tampoco haciendo un curso con Alina y Marcelo, suerte de antropólogos del rock nacional.
Porque los yanquis tuvieron a Elvis y los ingleses a Beatles y Stones, pero ninguno de ellos entendió jamás ni por asomo lo que significa Spinetta en esta cadena evolutiva.
Entender llegando a los cuarenta, que la música es y fue todo en mi vida y que siempre fui músico aún antes que escritor.
Porque la performance es todo.
La vida misma.

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