domingo, diciembre 18, 2011

LA FIESTA INOLVIDABLE


Lo de anoche en Casa Trueno simplemente fue sorprendente.
La sorpresa de hallar lo inesperado.
Me pasan cosas horribles, pero igual soy un privilegiado,la vida nunca me dejó a pata. Siempre me compensa por otro lado.
Agradezco entonces el privilegio de haber conocido a un ser tan especial, tan luminoso como Alelí Manrique, la dueña y factotum de Ediciones Encendidas. Que, como todo ser luminoso, congrega y atrae solo luz y belleza. Gente especial.
Y no hablo de famosos o no famosos, se puede ser famoso y ser una mierda, claro, pero hay gente especial en todos lados. Y justamente, que casualidad, esa gente especial conocida y desconocida, estuvo anoche participando de la presentación.
Y como lo puteé al principio a Pablo Krantz por las vueltas que nos hizo dar y pagar por el sonido, para luego cantar cinco canciones hermosas y conmovedoras, con una poesía melancólica y generacional. Un hermano de sangre.
Pero sobre todo quisiera destacar este triunfo que no es económico ni social, que es el triunfo de ser feliz y hacer feliz a otras personas, de vivir la vida como la fiesta de anoche. Esto justifica ya el haber sufrido tanto, el haber trabajado tanto en este libro que es una parte importante de mi vida.
Porque el sentido del artista, estoy convencido, es convertir su propia vida en una obra de arte.
Y lo de anoche fue una cumbre de belleza, no me lo voy a olvidar nunca.

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