jueves, junio 16, 2011

UN AUTOR EN BUSCA DE SU PERSONAJE


"He visto a Lucy" es mi segundo libro, una nouvelle loca, intensa, zarpada, que verá la luz antes de fin de año. En ella se juega permanentemente entre realidad y ficción, autobiografía y alucinación psicótica. Aparecen varias famosas, en plan estelar stalker.
El libro concluye con Celeste Cid, es un final ambiguo, feliz pero no tanto, un final abierto que tal vez apunta a lograr otra cosa en el mundo real. Como sea, este libro se ha convertido en una obsesión de años que ha invadido de tal forma mi mundo que ya necesito expulsarlo, editarlo, para que deje de acosarme. También es una historia de redención, de búsqueda espiritual y psicoanalítica.
Pero vuelvo a Celeste: ella es fundamental aunque no pase nada, es la más humana de todas las estrellas, la más sensible, la más perfecta y entonces comienzan las ilasiones: siempre hay algún enfermito cercano que me la quiere cagar, ella envuelta en su propia vorágine vivencial, ella analizándose con Chamorro, cerca pero siempre invisible.
¿Habrá final feliz? Si por mi fuera, si, pero el hombre propone y la mujer dispone. Mientras tanto, es como si nos conociéramos de toda la vida y nos damos la libertad de hacer cada uno la suya, paralelas que hasta acá no se tocan. Y cada vez que hago mi programa de radio siento que me está escuchando.
Ah perdoná el otro día, si te dejé colgada, necesitaba escuchar las sabias palabras del sensei...

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