EL HUMOR DEL SIGLO XXI, EN SUÁREZ

El sábado a la noche en Suárez fue soñado a nivel cultural: 3 espectáculos en la misma noche. No pensé que iba a vivir para ver esto. Y por si fuera poco, 3 espectáculos bien disímiles entre sí, abarcando diferentes espectros de público ¡cultura inclusiva para todo el mundo! En serio, parece joda, pero no me parece casualidad que el Kirchnerismo, oblicuamente, haya influido en el arte argentino y especialmente en el de mi pueblo.
Rudy Chernicof presentó un mix de sus espectáculos de humor de toda una vida. Un humor costumbrista, pícaro, eficaz, nada del otro mundo pero bien, más que correcto.
Luego hay un flaco (bah, es un decir)suarense que hace rato arrasa en las boleterías con espectáculos musicales para chicos. Tiene un viaje tinellesco, de Hollywood en castellano, hace versiones teatrales de los éxitos de Disney, esta vez le tocó a Tarzán, los chicos felices, llenaron el teatro junto a sus padres. No voy a criticar algo que no vi, pero hay que hacer la salvedad que el mismo director interpretaba a Tarzán y el físico no lo favorecía para nada, un Tarzán rollizo, como si me pusiera yo mas o menos.
Y finalmente, en nuestro querido Peppers, la obra más personal, suarense, contemporánea, vanguardista: Gary Vázquez y César Paredes presentando por segunda vez su Varieté, una sucesión de cuadros teatrales que interpretan audios bajados de telenovelas y programas televisivos. Una intervención genial sobre momentos desopilantes de la tele por lo ridículos y bizarros, interpretados por ellos en el escenario. No se de donde lo sacaron, pero la verdad que nunca había visto algo así, entre Olmedo y Capussotto, pero con el delirio avanzado de los grandes íconos gays, que aman y rescatan lo más tilingo de la tele. Un no teatro, una nueva forma de expresión.
Y todo eso lo viví yo, en el crudo invierno suarense.