lunes, julio 12, 2010

El CATOLICISMO, ESE ERROR HISTÓRICO


Quisiera tomar un par de ejemplos del Nuevo Testamento para ejemplificar lo que pienso del cristianismo, especialmente el catolicismo, que es donde me crié. Uno es cuando Jesús hecha violentamente a los mercaderes del templo. Allí hay violencia explícita en contra de quienes profanan a Dios. Después en el otro extremo ideológico, hay otro momento donde un fiel le consulta a Cristo si el además de rendirle tributo a Dios, le tiene que pagar impuestos a los romanos. Allí el hijo de Dios dice su famosa frase: al Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César.
Es curioso, son contradictorias estas respuestas o al menos paradójicas, como tantas cosas de esta creencia. En una se toma una actitud combativa, violenta, en nombre de la defensa de Dios, que me parece que después se verá en los 70 en tantos grupos combativos de ultra izquierda que eran verdaderamente católicos y que tomaban hasta el look de Cristo, pelo largo y barba. Este será el error de izquierda: hacer justicia por mano propia en nombre de leyes superiores. Luego el error de derecha, siempre más presente y concurrido: defender a Dios pero también al poder establecido. No sólo no oponerse, ser cómplice de ese poder injusto. En la última dictadura militar argentina estos ejemplos se juntarán perversamente en uno sólo: mientras una minoría de la iglesia apoyaba y defendía los derechos humanos, eran asesinados y torturados con la complicidad de la misma iglesia: ¿Remember Mugica, Angelelli, los palotinos? En cualquier caso, una versión del cristianismo era buena y otra mala podemos decir, aunque las dos equivocadas.
¿Qué decir hoy cuando se oponen al matrimonio gay, a la prostitución,etc, a todo aquello que implique honestidad intelectual, aceptar la realidad, lo que existe desde que el mundo es mundo? Se oponen y convocan a una guerra santa contra los gays como antes negaban que la Tierra fuera redonda y girara alrededor del sol. Se oponen a lo obvio, a lo natural, a lo que tarde o temprano va a hacerse valer por peso propio. Se oponen a todo eso, aunque tienen el vicio no tan oculto de la pedofilia, cuando exponen a sus sacerdotes a la absurda tortura del celibato.
Son como la lacra, la resaca de un mundo que ya no existe más. Es necesario hacérselos notar, no sea cosa que sientan que tienen razón y que representan a alguien.

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